Christian Marty finalizara su aventura dentro de diez días

El navegante ftancés Christian Marty, que partió el pasado 28 de noviembre de Dalcar para realizar la primera travesía del Atlántico en windsurfing, plancha a vela, lleva recorridas más de 1.100 millas sobre las 2.580 totales. Después de algunas dificultades iniciales, como problemas a la hora de dormir o la avería del barco que le acompaña ahora su aventura continúa sin percances. Se calcula que llegará a su destino, en Fort de France, entre los diás 10 y 12 de enero.

Christian Marty salió de la playa N'Gor de Dakar, en Senegambia, el 28 de noviembre a las 11.25 horas. Las úllimas noti...

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El navegante ftancés Christian Marty, que partió el pasado 28 de noviembre de Dalcar para realizar la primera travesía del Atlántico en windsurfing, plancha a vela, lleva recorridas más de 1.100 millas sobre las 2.580 totales. Después de algunas dificultades iniciales, como problemas a la hora de dormir o la avería del barco que le acompaña ahora su aventura continúa sin percances. Se calcula que llegará a su destino, en Fort de France, entre los diás 10 y 12 de enero.

Christian Marty salió de la playa N'Gor de Dakar, en Senegambia, el 28 de noviembre a las 11.25 horas. Las úllimas noticias son del 29 de diciembre, fecha en las que llevaba recorridas 1.100 millas, unos 2.100 kilómetros, casi la mitad del recorrido. El trayecto realizado le ha supuesto ya establecer una nueva mejor marca mundial de navegación sobre windsurfing.El navegante va acompañado por un barco de veintidós metros de eslora, el Assiduous, que lleva una tripulación de doce hombres, entre skippers o patrones profesionales, un especialista en travesías con tablas a vela, un médico, varios fotógrafos y un equipo de la televisión francesa. La misión de este barco es la de no perder, en, ningún momento, el contacto con Marty, ya sea teniéndole a la vista o controlado por radio o radar, así como proporcionarle la comida y vigilarle mientras duerme. Christian Marty duerme sobre un colchón de fibras estancas y dos sacos de dormir, junto con un mástil metálico con obenques y dos mangas de aire. La dieta la resolvió, igualmente, de una manera sencilla: carne, queso y frutos secos componen su alimentación. Para evitar el aburimiento mientras navega, Marty grabó cincuenta cintas con música variada, que le ponen desde el barco y escucha por la radio que lleva en el arnés.

Retraso en las previsiones

Christian Marty fue despedido en Dakar por Steplían Peyros, que ya había intentado esta misma tra vesía durante el mes de abril sin éxito. Quedó impresionado de la organización que rodea a su colega y manifestó que seguramente lograría terminar con éxito la empresa. No obstante, estaba previs to que la travesía tuviera una du ración de treinta días, pero algunos impedimentos han retrasado el calendario previsto y su llegada las Martinicas se demorará en más de diez días.

Dos días después de partir de Senegambia, cuando llevaba recorridas unas 110 millas, con vientos de veinte a veinticinco nudos y mar gruesa, Marty no había logra do tódavía dormir. Una lámpara intermitente, fijada en la cabeza del mástil para su perfecta locafl zación durante la noche, le desvelaba. Fue necesario bajar la lámpara hasta una altura en la que no se comprometiera el equilibrio de la plancha, al tiempo que los destellos no chocaran directamente sobre la cara de Marty que ya, a partir de entonces, pudo descansar para afrontar el esfuerzo físico de cada jornada de navegación.

El mayor problernállegó el 6 de diciembre. A las 5.00 horas, cuando ya amanecía y Marty se disponía a reanudar la travesía, el Assiduous le notificó que tenía avería en el eje del timón y en el motor de arranque. Hubo que regresar a Dakar, deshacer las 350 millas que iban recorridas y esperar Marty una nueva salida en la capital de la Nueva nación, Senegambia, que se produjo el 12 de diciembre, a las 9.20 horas, ya con el barco reparado. Este descanso fue aprovechado para someter al navegante a un completo reconocimiento médico. Los resullados mostraron que se encontraba en perfectas condiciones físicas.

Quince días después de su segunda salida, pasabajunto a las islas de Cabo Verde, lo que suponía haber recorrido ya 450 millas. Marty durmió un máximo de, ocho horas y, navegaba otras tantas. En los diez días siguientes recorrió 650 millas. En la noche del 20 al 21 de diciembre, grandes olas de cuatro metros le hicieron volcar tres veces mientras dormía. En Nochebuena rompió su estricta dieta con una pierna de cordero y una copa de champaña.

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