Carreras de caballos

El Grand National, la prueba más famosa de obstáculos, puede desaparecer

El Grand National de Liverpool, la carrera de obstáculos más famosa del mundo, puede desaparecer. Los propietarios del hipódromo de Aintree, donde se disputa la prueba, quieren vender los terrenos a una inmobiliaria por una cantidad de 1.360 millones de pesetas. John Hughes, portavoz del hipódromo de Aintree, ha asegurado que la edición de 1982 se disputará, pero que será la última. Aunque no se vendan las instalaciones haría falta una remodelación a fondo de las tribunas, que se encuentran en mal estado, pero la sociedad inglesa no está dispuesta a gastar ni un duro en ello.

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El Grand National de Liverpool, la carrera de obstáculos más famosa del mundo, puede desaparecer. Los propietarios del hipódromo de Aintree, donde se disputa la prueba, quieren vender los terrenos a una inmobiliaria por una cantidad de 1.360 millones de pesetas. John Hughes, portavoz del hipódromo de Aintree, ha asegurado que la edición de 1982 se disputará, pero que será la última. Aunque no se vendan las instalaciones haría falta una remodelación a fondo de las tribunas, que se encuentran en mal estado, pero la sociedad inglesa no está dispuesta a gastar ni un duro en ello.

GALAZTodos los aficionados a las carreras de caballos, y los que no lo son tanto, esperan con gran interés el Grand National de Liverpool, que se celebra todos los años en los primeros días del mes de abril. La prueba se ha hecho famosa por la dureza de su trazado, que origina numerosas y aparatosas caídas. Las imágenes de la prueba llegan a todo el mundo gracias a la ya famosa transmisión que efectúa la televisión inglesa con un equipo formado por más de veinte cámaras, varias de ellas móviles.

Algo más que una carrera

El Grand National, que se disputa desde 1837 en el hipódromo de Aintree, salvo dos períodos -uno de 1916 a 1918, que se corrió en Gatwick, y otro de 1941 a 1945, que no se disputó-, se ha convertido en algo más que una prueba de obstáculos. Todo un circo se ha montado en torno a la carrera. Trenes especiales, autocares, alojamientos provisionales cerca de las pistas para los miles y miles de ingleses que se desplazan a Liverpool, se ponen en funcionamiento anualmente. Todo este interés ha hecho que el Grand National esté considerado como el premio de steeple chase más famoso del mundo, aunque por su categoría es inferior a la Copa de Oro de Cheltenham.La prueba de Liverpool, ahora en peligro por la especulación del suelo, ha estado otras veces ya a punto de desaparecer porque los propietarios de las instalaciones de Aintree han recibido importantes ofertas de compañías inmobiliarias. En otra ocasión fue la Sociedad Protectora de Animales del Reino Unido, que cuenta con una gran influencia en la Administración, la que protestó por la dureza de la carrera. Según su opinión, pone en peligro la vida de numerosos animales, que se ven obligados a saltar obstáculos de grandes dimensiones.

Los aficionados piensan que no desaparecerá

A pesar de que esta vez los propietarios de Aintree han dicho muy en serio que la prueba no continuará, los aficionados a las carreras de caballos piensan que el Grand National no puede desaparecer y que la sociedad inglesa intervendrá de una forma u de otra en el tema.El duque de Alburquerque ha sido el jinete español que ha corrido el Grand National de Liverpool en varias ocasiones, montando a su caballo Nereo, nacido y criado en España. Alburquerque dijo a EL PAIS que no podía ni pensar que la carrera fuera a desaparecer. "Alguien tiene que hacer algo rápidamente para impedirlo", añadió. "Participar en el Grand National es una de las máximas aspiraciones que puede tener un jinete en su vida deportiva", comentó el duque de Alburquerque, al que el duro recorrido de Aintree le ha ocasionado numerosos accidentes y graves fracturas. A pesar de ello, el duque quiere que su hijo Joanes tome parte en la próxima edición del Grand National, sobre todo, si es la última. "Tenemos un caballo que se llama Colonian Latel que queremos clasificar para la prueba y, si lo conseguimos, Joanes correrá la prueba".

Joanes, el hijo del duque de Alburquerque, es en estos momentos uno de los más destacados jinetes aficionados en pruebas de liso, y en obstáculos. En las pruebas de vallas se ha descubierto como un jinete digno sucesor de su padre.

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