El equipo B también ganó en Zaragoza

El equipo de Luis Suárez no quiso ser menos que el de Santamaría y con algo más de dos horas de intervalo se impuso también a la selección polaca a la que se enfrentaba en el Estadio de La Romareda. El dos a cero vino a resumir, en cierto modo, la superioridad del segundo equipo español. En ambos tiempos dominaron los hispanos, pero encontraron enfrente a una selección polaca que se defendió bien, tal como suelen hacer tradicionalmente los centroeuropeos. A base de contraataques, los visitantes procuraron inquietar al meta Sempere y le hicieron pasar algún que otro apuro, especialmente por par...

El equipo de Luis Suárez no quiso ser menos que el de Santamaría y con algo más de dos horas de intervalo se impuso también a la selección polaca a la que se enfrentaba en el Estadio de La Romareda. El dos a cero vino a resumir, en cierto modo, la superioridad del segundo equipo español. En ambos tiempos dominaron los hispanos, pero encontraron enfrente a una selección polaca que se defendió bien, tal como suelen hacer tradicionalmente los centroeuropeos. A base de contraataques, los visitantes procuraron inquietar al meta Sempere y le hicieron pasar algún que otro apuro, especialmente por parte de su extremo Baran. En el bando hispano, la capacidad de regate magnífica de Ito desconcertaba a su marcador y originaba buenos avances. No obstante, el primer tanto llegó de los pies del zaguero Juan José, que realizó una magnífica arrancada desde su demarcación para plantarse cerca del área contraria y enviar un medido centro que Pichi Alonso no desaprovechó.En la continuación, se mantuvo esa misma presión española, pero el juego se hizo aún más interesante, con réplicas muy rápidas y peligrosas de los polacos. Tuvieron algunas ocasiones bastante buenas, pero las mejores fueron para García Hernández, en los minutos 15 y 28, con tiros que salieron rozando los palos. Un penalti a este mismo jugador cuando se adentraba claramente hacia puerta permitió a Alonso establecer el 2-0 definitivo. Rayó a buena altura todo el conjunto español, pese a que sus hombres acusaron por momentos falta de entendimiento.