El Rayo Vallecano enmendó errores ante el Elche

Los jugadores rayistas dieron la impresión el domingo de querer mantener a su entrenador, Eduardo González, sobre quien podía pesar la sombra del cese si se producía un nuevo descalabro. El gol de Aguilar, por ejemplo, fue dedicado con vehemencia por el extremo, a su técnico. Afórtunadamente para el Rayo, el Elche no demostro su condición de equipo puntero de la tabla, y pasó con mucha pena por el césped, ya en condiciones, del campo vallecano.El Rayo presentó algunas varíaciones en relación con el equipo de las últimas y tristes jornadas. Así, en la inedia entraron Juan y Morón. Punto importa...

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Los jugadores rayistas dieron la impresión el domingo de querer mantener a su entrenador, Eduardo González, sobre quien podía pesar la sombra del cese si se producía un nuevo descalabro. El gol de Aguilar, por ejemplo, fue dedicado con vehemencia por el extremo, a su técnico. Afórtunadamente para el Rayo, el Elche no demostro su condición de equipo puntero de la tabla, y pasó con mucha pena por el césped, ya en condiciones, del campo vallecano.El Rayo presentó algunas varíaciones en relación con el equipo de las últimas y tristes jornadas. Así, en la inedia entraron Juan y Morón. Punto importante fue la reaparición de García Jiménez, que volvió a ofrecer consistencia a la retaguardia local. Hasta el gol de Aguilar. el dominio rayista fue evidente, ante un Elche, lento y apático, que no ofrecía ningún peligro.

En la segunda parte se acentuó el dominio local, aunque Marín no encontraba la suerte precisa en sus remates. Hubo ocasiones claras desaprovechadas por los rayistas, que, pese a la debilidad mostrada por su rival el domingo, podían mantener un tono de inquietud ante algún lance aislado. No ocurrió esto; porque, a pocos minutos del final, Beníto sentenció el partido, pese a que el Elche realizó algún tímido intento de acercamiento al marco de Mora. El meta vallecano se vio obligado a realizar una gran parada a remate de Bonet, el mejor Jugador ilicitano, ya en el período final del partido. En suma: respiro para el Rayo, que enmendó errores de encuentros precedentes. Los dos puntos pueden servirle para recuperar la tranquilidad y, esencialmente, mantener la calma en torno a Eduardo González.

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