Ricardo Larrainzar,

Gobernador civil de Asturias, y Agustín Antuna, presidente de la Diputación Provincial y militante de UCD, protagonizaron en privado un altercado al producirse un desacuerdo entre ellos sobre cuál de los dos debería presidir el acto de entrega de los títulos de hijos predilectos de Asturias a Sabino Fernández Campo, secretario general de la casa del Rey, y a Joaquín Vaquero, pintor y escultor. En un momento de la discusión, el gobernador y el presidente de la Diputación solicitaron la opinión mediadora del general Fernández Campo, quien, restando importancia a la disputa, ...

Gobernador civil de Asturias, y Agustín Antuna, presidente de la Diputación Provincial y militante de UCD, protagonizaron en privado un altercado al producirse un desacuerdo entre ellos sobre cuál de los dos debería presidir el acto de entrega de los títulos de hijos predilectos de Asturias a Sabino Fernández Campo, secretario general de la casa del Rey, y a Joaquín Vaquero, pintor y escultor. En un momento de la discusión, el gobernador y el presidente de la Diputación solicitaron la opinión mediadora del general Fernández Campo, quien, restando importancia a la disputa, respondió: "Si queréis, yo me siento debajo de la mesa", informa José Manuel Vaquero.El gobernador civil argumentaba que, por tratarse de una recepción en un hotel, le correspondía la presidencia, cosa que no habría ocurrido si la entrega de los títulos, concedidos por la Diputación, se hubiera celebrado en el palacio del organismo provincial. Previamente, Ricardo Larrainzar había recomendado al presidente de la Diputación que volviera a la universidad para repasar la asignatura de Derecho Administrativo, en el curso de una conversación telefónica. Por su parte, éste alegaba que debería ser él quien presidiera un acto convocado por la Diputación.

Durante las últimas horas que precedieron al acto, el gobernador civil se puso en contacto con Rafael Fernández (PSOE), presidente del Consejo Regional de Asturias, para estudiar incluso la posibilidad de no acudir a la entrega de los títulos, a la que habían sido invitados por el presidente de la Diputación, cuyas tesis se impusieron al final, al ceder el gobernador civil con este reproche: "El mejor protocolo es la cortesía. Díganos usted dónde tenemos que sentarnos".