El PCE disuelve el Comité Central de los comunistas vascos

El secretariado del Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) adoptó ayer una resolución por la que disuelve el Comité Central del Partido Comunista de Euskadi (EPK) y nombra, en su lugar, un nuevo órgano directivo provisional integrado por diecinueve miembros fieles a las directrices marcadas por el secretariado y el propio Santiago Carrillo, entre ellos los que fueron sancionados por el secretario general vasco, Roberto Lertxundi, por presunta «actividad fraccional». Esta decisión, cuya legalidad, según los estatutos, está siendo estudiada en Euskadi, significa la ruptura total en...

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El secretariado del Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) adoptó ayer una resolución por la que disuelve el Comité Central del Partido Comunista de Euskadi (EPK) y nombra, en su lugar, un nuevo órgano directivo provisional integrado por diecinueve miembros fieles a las directrices marcadas por el secretariado y el propio Santiago Carrillo, entre ellos los que fueron sancionados por el secretario general vasco, Roberto Lertxundi, por presunta «actividad fraccional». Esta decisión, cuya legalidad, según los estatutos, está siendo estudiada en Euskadi, significa la ruptura total entre ambas formaciones políticas.

El secretariado del PCE se reafirma en las tres propuestas que hizo el pasado jueves en Madrid a la ejecutiva vasca para reconducir el proceso de convergencia con la fuerza abertzale EIA-Euskadiko Ezquerra, es decir, la anulación de la asamblea extraordinaria convocada para el pasado domingo, en Sestao, por los sancionados; la celebración de un Congreso Extraordinario de clarificación y, finalmente, el levantamiento de las medidas disciplinarias contra once comunistas vascos, disconformes con la forma en que Roberto Lertxundi y la mayoría de la ejecutiva del EPK estaba llevando a cabo el proceso de fusión con EIA y la consiguiente creación de un nuevo partido marxista y nacionalista.Como se recordará, estas tres propuestas fueron rechazadas por los partidarios de Lertxundi, quienes manifestaron al día siguiente su decisión de seguir adelante con el proceso de fusión, tal y como estaba previsto. Fue éste rechazo lo que provocó la fuerte reacción del PCE adoptada ayer, especialmente unas declaraciones de Lertxundi, en las que señalaba que había sido el PCE quien había tomado la iniciativa de la ruptura.

Nombramientos a dedo

El eurocomunista renovador y miembro del Comité Central del PCE Carlos Alonso Zaldívar manifestó a EL PAIS su extrañeza ante la decisión del secretariado: «Me gustaría saber», señaló, «a qué artículo de los estatutos se ha acogido el secretariado para disolver un comité central elegido democráticamente en el IV Congreso del EPK y para nombrar a dedo a los miembros del nuevo». Para Carlos Alonso Zaldívar ha sido el PCE, y no al revés, quien ha roto «el EPK y, por tanto, con el EPK», al tiempo que lamenta el tratamiento administrativo dado por el PCE a este tema, «que, de tener solución, esta es la política».Pocas horas después de que el secretariado del PCE emitiera su comunicado de condena a la línea Lertxundi, el Comité Ejecutivo del EPK convocó una reunión urgente, a la que as istieron todos los miembros de este órgano de dirección que no comparten las tesis de Carrillo. Según informa nuestro corresponsal en Bilbao, Patxo Unzueta, la dirección del EPK acordó «rechazar de plano» las decisiones del secretariado del PCE. Tales medidas, según la declaración difundida anoche por el ejecutivo vasco, «son ilegales, tanto desde el punto de vista de nuestros respectivos estatutos internos como desde el punto de vista legal, dado que el EPK tiene existencia jurídica propia, figurando inscrito como tal en el registro de asociaciones políticas desde enero de 1978».

Esta última circunstancia se da también en el PSUC, pero no en el de otras nacionalidades o regiones de España, pese a sus denominaciones como Partido Comunista de Galicia, de Cantabria y similares. Probablemente a este eventual conflicto entre deslegitimaciones superpuestas se refiere la advertencia del ejecutivo vasco: «No vamos a tolerar que el PCE liquide al EPK, pasando por encima de los congresos y de los órganos legítimamente constituidos, tratando de convertirlo en una organización sin personalidad propia, desarrollando así el concepto de partido centralizado y uniformista surgido del X Congreso del PCE».

Por lo demás, las acusaciones de Santiago Carrillo son consideradas una «burda maniobra», ya que «hace tiempo que viene alentando la escisión del EPK».

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