Crítica:

Una comedia italiana y un auténtico estreno

La película que esta noche se emite en Televisión a las 22.00 horas por la segunda cadena data de 1972. He sido yo, de Alberto Lattuada, se incluye en el cielo de la nueva comedia italiana, donde a través de un sinfín de peripecias eróticas se trata de reflejar las características del italiano medio.Una corriente parecida se intentó establecer en España a través, sobre todo, de las comedias interpretadas por Alfredo Landa. Sin embargo, dentro de las posibles excepciones, no llegó el cine español a plantear cuestiones auténticamente serias. Aunque tampoco sea la película de esta noche un...

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La película que esta noche se emite en Televisión a las 22.00 horas por la segunda cadena data de 1972. He sido yo, de Alberto Lattuada, se incluye en el cielo de la nueva comedia italiana, donde a través de un sinfín de peripecias eróticas se trata de reflejar las características del italiano medio.Una corriente parecida se intentó establecer en España a través, sobre todo, de las comedias interpretadas por Alfredo Landa. Sin embargo, dentro de las posibles excepciones, no llegó el cine español a plantear cuestiones auténticamente serias. Aunque tampoco sea la película de esta noche una de las mejores muestras de esta comedia moderna, tiene, no obstante, elementos suficientes para no ser despreciada. La historia de un hombre que quiere salir de su mediocridad haciéndose responsable de crímenes que no ha cometido refleja, caricaturescamente, las represiones de quien, alienado por la necesidad de lo excepcional, no tiene en su vida cotidiana ningún elemento que responda a lo que le indica la publicidad oficial.

Será mañana, lunes, dentro del ciclo organizado por Narciso Ibáñez Serrador, donde se verá una película auténticamente sorprendente. Se trata de Peeping Tom, que en España se tradujo como El fotógrafo del pánico.

Fue en 1959 cuando su director, Michael Powell, separado ya de su habitual colaborador Emeric Pressburger, con quien había realizado títulos tan clásicos como Los cuentos de Hoffmann o La batalla del río de la Plata, decidió realizar una historia que, al margen de la anécdota, supone una curiosa reflexión sobre el sentido último del cine y del erotismo. Numerosos sociólogos han desarrollado complejas tesis sobre el significado de esta película; no en vano, la obsesión del personaje principal por desarrollar su líbido a través del cine y de la muerte, sin que una cosa pueda ir separada de la otra y sin que él, en última instancia, pueda desprenderse de esa creatividad destructiva, conecta con una importante parcela del psicoanálisis.

El fotógrafo del pánico no fue autorizada en España en el momento de su realización, teniendo que esperar varios años para poder ser exhibida, modestamente, en salas comerciales.

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