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Gemano Silveira,

un portugués de 52 años residente en las Azores, recorrió las once millas que separan las islas de Pico y Sao Jorge en una embarcación construida con 160 botellas de vidrio vacías, dispuestas en posición horizontal y sostenidas por una estructura de tubos. Para completar la travesía empleó cerca de nueve horas y al concluir su aventura en el puerto de Velas el solitario navegante manifestó su intención de ofrecer su insólito barco al Museo de Marina de Lisboa....

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un portugués de 52 años residente en las Azores, recorrió las once millas que separan las islas de Pico y Sao Jorge en una embarcación construida con 160 botellas de vidrio vacías, dispuestas en posición horizontal y sostenidas por una estructura de tubos. Para completar la travesía empleó cerca de nueve horas y al concluir su aventura en el puerto de Velas el solitario navegante manifestó su intención de ofrecer su insólito barco al Museo de Marina de Lisboa.

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