Comienza hoy en Varsovia el congreso extraordinario del partido comunista polaco

El escepticismo popular y el optimismo oficial marcan el comienzo hoy en Varsovia del IX Congreso del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), que por primera vez en la historia del país tiene carácter de extraordinario. Para los ciudadanos, el congreso deberá sacar por fin a Polonia de su crisis aguda. Para los funcionarios, restablecer la unidad entre los dirigentes y la clase trabajadora.

Asistirán al congreso 1.964 delegados, elegidos en las últimas semanas entre voluntarios de fábricas, barrios y unidades de base. El reglamento que ha regido en estas elecciones las ha hec...

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El escepticismo popular y el optimismo oficial marcan el comienzo hoy en Varsovia del IX Congreso del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), que por primera vez en la historia del país tiene carácter de extraordinario. Para los ciudadanos, el congreso deberá sacar por fin a Polonia de su crisis aguda. Para los funcionarios, restablecer la unidad entre los dirigentes y la clase trabajadora.

Asistirán al congreso 1.964 delegados, elegidos en las últimas semanas entre voluntarios de fábricas, barrios y unidades de base. El reglamento que ha regido en estas elecciones las ha hecho las más democráticas habidas nunca en Polonia. Por primera vez, los asistentes a un congreso del POUP han tenido que reñir algo parecido a una campaña electoral para asegurarse su sillón hoy en Varsovia.Un documento elaborado por el Comité Central Fija como objetivos primordiales para este IX Congreso el desarrollo de la democracia socialista. el afianzamiento del papel dirigente del POUP y la estabilización socioeconómica del país. Sacar a Polonia de la crisis que se inició con las huelgas de hace un año es, en realidad, el fin único de la reunión que comienza hoy.

El documento del Comité Central no escamotea críticas a la dirección política y económica incompetente, a los personalismos y a la falta de democracia interna y fosilización en algunos sectores del POUP. Pero sectores críticos de la sociedad polaca no se hacen demasiadas ilusiones a pesar de este lenguaje.

El grado de desconfianza hacia el partido se ha agravado profundamente en el año último, y muchos creen que será muy difícil restablecer la credibilidad perdida. Y ello a pesar de que el sistema por el que se elegirá al primer secretario y al Comité Central, plenaria y secretamente, supone una democratización de procedimientos inconcebible en cualquier otro partido comunista del este de Europa.

Los trabajadores intelectuales estarán mejor representados hoy en Varsovia que cualquier otro de los grupos que envían delegados al congreso. Frente al 61% de sus representantes en el total de los 1.964 asientos, los obreros sólo tendrán un 19%. Los intelectuales incluyen a directivos de fábrica e ingenieros.

Entre los delegados, que representan a los casi tres millones de afiliados y aspirantes a ingresar en el POUP, sólo hay 100 mujeres.

El partido reconoce que sus lazos con la clase obrera estaban rotos y ahora se plantea el problema de recuperar la confianza y el liderazgo en la sociedad.

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