Los jugadores no comulgan con las actitudes de Juanito

Arconada y Juanito no se han pegado nunca, pero entre ambos no existe amistad Juanito y Zamora nunca se han peleado en el terreno de juego ni en los vestuarios, pero los dos son cada día más incompatibles en el juego. Santamaría quiso convertir esta gira en motivo de convivencia entre los jugadores y aunque ello se ha logrado en parte, la mayoría, aunque públicamente no lo manifieste, no comulga con las actitudes y la manera de ser de Juanito dentro de la selección hay dos claras opciones: la del grupo que lee, charla y piensa y la de los cuatro que se separan del resto para jugar a las cartas...

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Arconada y Juanito no se han pegado nunca, pero entre ambos no existe amistad Juanito y Zamora nunca se han peleado en el terreno de juego ni en los vestuarios, pero los dos son cada día más incompatibles en el juego. Santamaría quiso convertir esta gira en motivo de convivencia entre los jugadores y aunque ello se ha logrado en parte, la mayoría, aunque públicamente no lo manifieste, no comulga con las actitudes y la manera de ser de Juanito dentro de la selección hay dos claras opciones: la del grupo que lee, charla y piensa y la de los cuatro que se separan del resto para jugar a las cartas.

Hay una tensión larvada dentro del equipo nacional. Hay heridas cuya cicatrización no se produce. Todos tratan de poner paños calientes para lograr una convivencia pacífica. Pero más que amistad hay tolerancia. No se ha producido ni un sólo altercado, pero la camaradería no se ha producido.Juanito no contribuye a forjar un ambiente agradable. El último motivo de discrepancia lo produjo cuando tras una sustitución, manifestó que estaba descontento porque le quitaban para que jugaran otros que son peores. Esta declaración fue entendida como un claro menosprecio hacia el resto de jugadores.

Nadie dijo nada, pero el sapo se les atraganto. Aunque entre los seleccionados hay cansancio, sólo Juanito se ha atrevido a manifestar sus deseos por regresar a casa y marcharse de vacaciones. Entre los seleccionados se entiende que Juanito no avuda a sostener un espíritu de discreción ante las adversidades. Por otra parte, se le considera ansioso de protagonismo, y demasiado propenso a informar sotto vocce de lo que ocurre de puertas adentro.

Desde el punto de vista futbolístico, hay quien piensa que no tiene espíritu de sacrificio suficiente para adaptarse a las necesidades del equipo. Su incompatibilidad con Zamora en el centro del campo es evidente. El donostiarra se inhibe cada vez que Juanito se va hacia su parcela. Aunque en Bogotá hubo un principio de entendimiento entre ambos Zamora no juega a gusto. En estos momentos hay quien se plantea la posibilidad de realizar la experiencia de dejar a Juanito en el banquillo para comprobar si efectivamente, el jugador de la Real es capaz de ejercer el mando en el centro del campo. La falta de una cabeza pensante ha sido uno de los defectos capitales de esta selección, y en época de pruebas no parece descabellado pensar en la utilización de Zamora como líder para comprobar si, efectivamente, puede con esa responsabilidad.

Para Santamaría éste es un tema preocupante. Sabe que lo ideal sería la buena componenda, pero también es consciente de que sería una difícil papeleta tener que prescindir de Juanito. Indudablemente, en España habría mucha gente que no le perdonaría la exclusión. Pero en el momento oportuno si no se produce un cambio radical en el ambiente tendrá que tomar una decisión tajante.

Santamaría necesita más tiempo

Santamaría, en la reunión que mantuvo ayer con los informadores españoles como resumen a lo que ha sido hasta el momento la gira, manifestó que la experiencia le demuestra que necesita más tiempo del que va a disponer para preparar al equipo: que la selección en la gira ha mostrado un poder inferior al que pensaba, pero no olvida que ha habido grandes inconvenientes como el calor, la altura y los viajes: que ha habido jugadores que le han satisfecho plenamente, y, por contra, ha habido otros que han estado por debajo de lo que esperaba y que la convivencia entre los hombres de la selección ha sido óptima. Evidentemente, el seleccionador no quiere plantear ante la opinión pública esa guerra soterrada que ya no escapa a nadie.

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