Santamaría: "Yo no organicé la gira por América, pero la acepto"

Santamaría justifica la discutida gira de la selección, aunque se la encontró preparada cuando se hizo cargo de ella: «Un viaje así acerca mucho a los jugadores entre sí». La gira es muy discutida por quienes estiman que la selección tiene especial necesidad de jugar en casa, tanto porque ha de jugar el Mundial en propio campo como porque hasta el momento el equipo de Santamaría ha demostrado más debilidad para jugar en campo propio que fuera de casa.

El problema de la selección española en campo propio se puso de manifiesto en las derrotas ante Polonia (1-2) y Hungría (0-3), y en la po...

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Santamaría justifica la discutida gira de la selección, aunque se la encontró preparada cuando se hizo cargo de ella: «Un viaje así acerca mucho a los jugadores entre sí». La gira es muy discutida por quienes estiman que la selección tiene especial necesidad de jugar en casa, tanto porque ha de jugar el Mundial en propio campo como porque hasta el momento el equipo de Santamaría ha demostrado más debilidad para jugar en campo propio que fuera de casa.

El problema de la selección española en campo propio se puso de manifiesto en las derrotas ante Polonia (1-2) y Hungría (0-3), y en la poquísima convincente victoria sobre Francia (1-0), con gran ayuda de los errores arbitrales. Santamaría acepta el hecho: «Pero quizá se ha juzgado cada partido desde una perspectiva bastante catastrofista. Nosotros en cada caso hicimos buen juego, pero nos faltó suerte ante el gol, y también remate. Y en los últimos minutos, la fogosidad de los jugadores, el deseo de los de atrás en colaborar a la victoria, la exigencia del público para que ganara el equipo, hizo que ofreciéramos facilidades atrás. Esto último es algo que hay que corregir. Un defecto grave, desde luego. Yo soy consciente de ello».

A jugar fuera

Por eso mismo choca que España se vaya ahora a jugar una serie de partidos, siete, todos fuera de casa, cuando lo que parece hacer más falta es enseñar al equipo a jugar en casa. El tema no le gusta a Santamaría, pero lo acepta: «Esta gira estaba concertada desde antes de que yo me hiciera cargo de la selección. Pero si digo esto no significa que la rechace. La gira tiene grandes aspectos positivos. Se trata de un viaje largo, con cambios de clima, de comida, de horarios. Es más interesante como convivencia que una larga estancia en España o que una serie de partidos aquí. Por otra parte, creo que no es fácil conseguir que vengan a España selecciones fuertes. En cada caso, hay que hacer un intercambio. Brasil ha jugado ahora en Alemania y Alemania deberá interrumpir su campeonato para ir a devolver la visita».El problema en casa parece general. España, Inglaterra y Hungría han formado un curioso triángulo que parece confirmar esto. España ganó en Inglaterra, Hungría en España e Inglaterra en Hungría. Las tres victorias fueron convincentes. «Sí, es cierto. En el fútbol todos tenemos los mismos problemas: la dificultad para abrir una defensa cerrada sin exponernos a contraataques, la dificultad para hacer gol. En casa dominas, te echas encima, pero si no tienes gol no puedes hacer nada. Pasan los minutos, el público se pone nervioso, tus jugadores también, los defensas quieren ayudar más de la cuenta, y pierdes. Eso es así de sencillo».

El fútbol ha impuesto modas defensivas que han acostumbrado a todos a sentirse más cómodos cuando juegan fuera que cuando lo hacen en casa. «Hoy en día todo el mundo hace el 4-4-2. Todo lo más que puedes hacer es un 4-3-3, pero con un hombre siempre dispuesto a bajar desde cada línea a la de atrás. Brasil ha venido a Europa a ganar unos cuantos partidos, pero no con extremos como Garrincha. Sus extremos son hombres sacrificados de medio campo. Brasil gana especulando, asegurando, como es el fútbol de ahora. Por eso nuestra responsabilidad es especial por jugar en casa, y debemos dar respuesta a esas exigencias».

Para Santamaría, el principal problema a resolver en el futbolista español es la inhibición, el esceso de temor a hacer las cosas. Una timidez que, cuando se acerca el fin del partido, se puede transformar en atolondramiento, en exceso de riesgo. «La presión que hay aquí sobre el futbolista se traduce en un exceso de temor. Pocos se atreven a colocar un pase largo, prefieren hacer el cartero, llevar el balón de pie a pie, y eso da tiempo a la defensa contraria. Y tampoco hay audacia para disparar. Yo me acuerdo muchas veces de Puskas. El tiraba diez veces en un partido, ocho iban fuera y dos dentro, y con eso ganaba el partido. Claro que él llegó a perfeccionarse mucho y que tirar como él es difícil, pero es imposible si no se intenta».

Acepta que la gira no es lo ideal para resolver el problema de jugar en casa, pero tiene quejas. «Hay que ayudar, y no marcar tanto los defectos. De aquí al Mundial vamos a jugar aún unos cuantos partidos en casa, y muchos pueden opinar que no, los suficientes. Bien, yo estoy de acuerdo, no serán los suficientes, nunca se consigue el ideal. El ideal sería hacer varias concentraciones largas, contar casi continuamente con los jugadores, pero los clubes tienen sus intereses, sus problemas económicos, están con el agua al cuello y hay que comprender ese problema».

Otra pega: la falta de descanso. La mayoría de los jugadores están de vacaciones ya. Los internacionales empezarán mucho más tarde. « Se ha conseguido de los clubes que les permitan a todos no incorporarse hasta el 1 de agosto. Nosotros estaremos de vuelta el día 10, así que eso les da un descanso de veintiún días, que yo creo que es suficiente. Hay un problema: los clubes tienen que jugar torneos de verano y en algunos casos en el contrato se especifica que deben ir con sus mejores hombres. Nosotros hemos recomendado que se les permita a los internacionales jugar sólo media hora o un tiempo si están cortos de preparación, para que no corran ningún riesgo ».

La gira

Ayer se interrumpió la concentración de los seleccionados, que tuvieron vacaciones hasta el lunes. El jueves saldrán hacia Oporto, donde juegan el día 20 contra Portugal. Luego saltarán el océano para jugar el 23 en México, contra México; el 26 en Puebla, contra el Puebla; el 28 en Caracas, con Venezuela; el 2 en Bogotá, contra Colombia; el 5 en Santiago de Chile, contra Chile, y el 8 en la localidad brasileña de Salvador, contra Brasil.Los que jueguen la final de Copa, prevista para el día 8, se incorporarán en Oporto, pero no jugarán. Los supervivientes en la Copa seleccionados son Joaquín, Maceda, Jiménez y Cundi, del Spórting; Alexanco y Sánchez, del Barcelona, y Montere, del Sevilla. Parece probable, según los resultados de los partidos de ida de semifinales, que los seis primeros estén en la final.

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