Goleada sin brillantez del Madrid

No estuvo brillante el Madrid en el partido de vuelta de octavos de final del torneo de Copa. Tardó mucho en poder superar la defensiva onubense, y luego, ya con más espacios libres por donde jugar, lo hizo sin gran espectacularidad. De todas formas, al final pudo golear con cierta facilidad.El Huelva, equipo que se debate en la Segunda División para evitar el descenso, reunía en principio las condiciones idóneas para que el Madrid se entrenara con él. Los madridistas se tomaron el encuentro como si de un amistoso se tratase, y en la primera parte practicaron un juego aburrido, insulso y sin m...

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No estuvo brillante el Madrid en el partido de vuelta de octavos de final del torneo de Copa. Tardó mucho en poder superar la defensiva onubense, y luego, ya con más espacios libres por donde jugar, lo hizo sin gran espectacularidad. De todas formas, al final pudo golear con cierta facilidad.El Huelva, equipo que se debate en la Segunda División para evitar el descenso, reunía en principio las condiciones idóneas para que el Madrid se entrenara con él. Los madridistas se tomaron el encuentro como si de un amistoso se tratase, y en la primera parte practicaron un juego aburrido, insulso y sin mayores afanes que el de dirigir el balón por alto hacia el área contraria. Sólo a San José, al principio, y a Juanito, al final, se les ocurrió que también desde lejos podían conseguirse goles.

Una estrategia muy conservadora resultó suficiente al Huelva para que casi se fuera al descanso con la esperanza de la prórroga. Fue en los minutos de descuento cuando acertó a marcar el Madrid, consecuencia lógica del absoluto dominio, porque el fútbol siempre se desarrolló en las proximidades del área rival. Stielike, Angel o Navajas llevaron una y otra vez el balón hasta el medio campo para desde allí coger el relevo sus compañeros y buscar después la cabeza de Santillana. Era la manera más cómoda de jugar al fútbol.

Tuvo la fortuna el Madrid de encontrar el gol justamente cuando el árbitro iba a señalar el término de la primera parte. No llegó antes por el apelotonamiento de jugadores onubenses ante su propio portero, que protagonizó acciones meritorias en las contadas ocasiones en que los madridistas se decidieron por el remate, en lugar de por el pase en corto. San José y Camacho, situados en la banda, buscaron con su posición abrir el juego, pero el primero, falto de forma, y el segundo, sólo brillante en los minutos iniciales, no dieron un rendimiento positivo al conjunto.

Los goles de la segunda parte animaron algo el juego. Ya antes de que el Huelva redujera diferencias, Módigo desaprovechó una ocasión clarísima, tras un rechace de Agustín.

En cualquier caso, el partido fue, efectivamente, de entrenamiento, más movido en la segunda parte y, al menos, dejó ver que el cuadro blanco puede tener capacidad goleadora en determinados momentos para resolver. Cara a la final de la Copa de Europa frente al Liverpool es positivo, y el único problema entonces residirá en si es capaz de sostener el enérgico y habitual ritmo potente de los equipos ingleses, tanto en defensa como en el medio campo. El ejemplo de Milán también fue positivo en ese sentido. Además, el Liverpool no parece estar, según su actuación en la Liga, tan bien como otras temporadas.

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