Pésimo juego del Valencia en Pamplona

Sin hacer un gran partido, Osasuna estuvo a punto de golear al Valencia. El cuadro valenciano dejó una pobre impresión, hasta el punto de que el público de Pamplona se admiraba de que hubiera sido un aspirante al título hasta el domingo anterior. Posiblemente, el equipo acusó las bajas de sus dos más destacados delanteros, Morena y Kempes.El Valencia dejó la impresión de estar jugando un partido amistoso. Aunque Ramos Costa, el presidente, estaba en el palco con un transistor y su correspondiente auricular metido en la oreja, lo que parece indicar que aún tenia esperanzas de que su equipo lleg...

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Sin hacer un gran partido, Osasuna estuvo a punto de golear al Valencia. El cuadro valenciano dejó una pobre impresión, hasta el punto de que el público de Pamplona se admiraba de que hubiera sido un aspirante al título hasta el domingo anterior. Posiblemente, el equipo acusó las bajas de sus dos más destacados delanteros, Morena y Kempes.El Valencia dejó la impresión de estar jugando un partido amistoso. Aunque Ramos Costa, el presidente, estaba en el palco con un transistor y su correspondiente auricular metido en la oreja, lo que parece indicar que aún tenia esperanzas de que su equipo llegase al titulo, los jugadores se condujeron como si no les fuera nada en el partido. Hombres de nervio, como Carrete y Tendillo, apenas se dejaron ver, y todo el Valencia dio facilidades a Osasuna.

Por contra, Osasuna, aun sin realizar un gran partido, jugó con aplomo, fue de menos a más, creó ocasiones de gol y rozó la goleada. Aparte de los dos goles, falló tres ocasiones clarísimas y le fue anulado un tanto sin que nadie se explique por qué. Lumbreras, internacional sub-21 y el valor más prometedor de Osasuna, fue la Figura del partido. Desde su puesto de lateral izquierdo subió numerosas veces al ataque y demostró fuerza y calidad. Por su lado, Osasuna tuvo facilidades para ir continuamente al ataque. Martín, en esa misma banda, fue un buen complemento para Lumbreras.

El partido quedó resuelto en la primera parte, con un gol al principio y otro al final, éste en soberbio disparo de Echevarría, cruzando el balón de abajo arriba. La segunda parte estuvo marcada por las inexplicables equivocaciones del árbitro,

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