Victoria de Vudafieri en un apretado final

Adártico Vudafieri, un italiano de treinta años, fuerte, simpático y con gran dominio de un automóvil, venció con todo merecimiento, aunque ayudado por la fortuna, en el Rally del RACE, puntuable para el Campeonato de Europa.

Después de más de 1.200 kilómetros de carrera, Vudafieri llegó a la meta con sólo catorce segundos de ventaja sobre Bagration. Zanini, claro dominador de la última parte de la carrera, se tuvo que retirar por una avería de su Porsche cerca ya de la meta.El emocionante final de la durísima prueba mantuvo en tensión a los miles de espectadores presentes. Zanini había...

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Adártico Vudafieri, un italiano de treinta años, fuerte, simpático y con gran dominio de un automóvil, venció con todo merecimiento, aunque ayudado por la fortuna, en el Rally del RACE, puntuable para el Campeonato de Europa.

Después de más de 1.200 kilómetros de carrera, Vudafieri llegó a la meta con sólo catorce segundos de ventaja sobre Bagration. Zanini, claro dominador de la última parte de la carrera, se tuvo que retirar por una avería de su Porsche cerca ya de la meta.El emocionante final de la durísima prueba mantuvo en tensión a los miles de espectadores presentes. Zanini había salido a la segunda mitad de la prueba con dos minutos de desventaja con respecto al italiano, pero con unas ganas enormes de recuperar dicha desventaja.

A base de mantener un ritmo endiablado, el campeón de Europa neutralizó pronto la desventaja, para distanciarse después de su rival. Todo parecía indicar entonces que, en lo poco de recorrido que quedaba para llegar a la meta, Antonio Zanini se tendría que limitar a mantener esa cómoda ventaja de la que ya gozaba.

Pero no fue así. La rotura de una canalización de la gasolina de su coche le forzó a la retirada. El italiano Vudafieri se encontró entonces en primera posición, con una ventaja de unos cincuenta segundos sobre Bagration, y con la misma cantidad de kilómetros de pruebas especiales de velocidad hasta llegar a la meta. Aunque Vudafieri contaba para defenderse con un Fiat 131 Abarth muy castigado -sus mecánicos, en una acción sorprendente, habían cambiado la caja de cambios de su coche en menos de veinte minutos, subsanando una avería que le habría obligado a retirarse, el español debía acometer este salto final con su mejor, más potente y entero Lancia Stratos. Había, pues, bastantes esperanzas para él.

Pero no fue capaz de lograrlo, aunque ciertamente estuvo a punto de hacerlo. En esas cinco pruebas especiales de velocidad que faltaban para llegar a la meta, Bagration dio de sí mismo todo lo que tiene. Pero el campeón italiano era un rival demasiado fuerte para él, y tuvo que conformarse con acariciar el triunfo desde la segunda posición. Catorce segundos son una diferencia muy corta para una carrera tan larga, dura, difícil y bonita como el Rally del RACE de este año, pero, al mismo tiempo también, un muro infranqueable para Bagration.

En tercera posición se clasificó el también italiano Zanussi, un jovencísimo italiano de diecinueve anos que dará que hablar, por delante del español Balcázar, otro piloto con futuro.

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