El Español, refugio de ex madridistas, visita la casa madre

Los visitantes de los dos equipos madrileños de Primera División, esta temporada, ponen a pruebas bien distintas a ambos cada domingo. Mientras en el Manzanares tratan de llevarse puntos ante un líder que no cede, para evitar que se destaque aún más, en Chamartín lo intentan frente a un campeón -todavía- en horas bajas de juego y lesiones, que lucha por no descolgarse. El Español de Maguregui, refugiado tradicional de ex madridistas, tratará de mejorar al Valladolid, único equipo que se ha llevado un punto en su visita al campo del paseo de la Castellana.

Buena prueba de que la Liga deb...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los visitantes de los dos equipos madrileños de Primera División, esta temporada, ponen a pruebas bien distintas a ambos cada domingo. Mientras en el Manzanares tratan de llevarse puntos ante un líder que no cede, para evitar que se destaque aún más, en Chamartín lo intentan frente a un campeón -todavía- en horas bajas de juego y lesiones, que lucha por no descolgarse. El Español de Maguregui, refugiado tradicional de ex madridistas, tratará de mejorar al Valladolid, único equipo que se ha llevado un punto en su visita al campo del paseo de la Castellana.

Buena prueba de que la Liga debe ganarse en campos ajenos la tiene el Madrid, que en casa se ha mostrado fuerte hasta ahora. Sólo ha cedido ese empate -1-1- ante el Valladolid, mientras el Atlético lo hizo con el Spórting -0-0- y el Las Palmas -2-2- Ese punto favorable a los blancos queda, naturalmente, borrado por las tres victorias más logradas por los rojiblancos en sus partidos de fuera.El Madrid, prendido con los alfileres de tantas lesiones, parece que podrá contar con Stielike, cuya baja hubiese sido ya demasiado grave. Las posibles novedades o dudas de Boskov estarán otra vez en la colocación de Gallego y en el extremo izquierdo. Parece lógico que, al jugar en casa se prefiera un defensa libre más ofensivo, con capacidad para salir con el balón controlado desde atrás. Si se cumple esto quedaría fuera del equipo una vez más García Navajas. En cuanto al número «11», el dilema se plantea casi en los mismos términos al tratarse de otros dos jugadores, bien limitados: Isidro y Rincón, aunque con características más ofensivas el último. Todo ello a la espera de Cunningham, que quizá pueda volver el domingo próximo en la difícil y casi trascendental visita a Valencia. Juanito, con fiebre hasta el viernes, mejoró y no tendrá problemas para jugar en la otra punta.

Refugio de ex blancos

El Español, undécimo en la clasificación, con veintiún puntos y un positivo -a cuatro del Madrid-, no se presenta en principio como un difícil vísitante. El equipo de Maguregui solo ha vencido en dos partidos, y empatado en otro de los once disputados fuera de Sarriá. Ganó en Bilbao y Sevilla, frente al Betis, por 1-2, y empató en Murcia (1-1). El equipo blanquiazul ha sido desde siempre un curioso refugio de jugadores madridistas. A los «viejos» Di Stéfano o Tejada siguieron. bastantes más, y hoy mismo saltarán al césped de Chamartín tres que se han convertido en piezas básicas de su esquema de juego, los delanteros Roberto Martínez y Marañón y el defensa Verdugo. El primero, casi más curioso todavía, ha sido jugador de ¡da y vuelta, pues militó en las filas del Real Madrid tras haber pertenecido antes al Español. Criticado siempre por su estilo desgarbado y feo, todo el mundo le echó de menos en cuanto empezaron a salir mal las cosas esta temporada, pues sus diez o quince minutos finales eran más prácticos que partidos enteros de muchos de sus companeros. Ya en el Español ha demostrado su eficacia y, junto a Marañón, otro hombre desaprovechado en las filas blancas, ha resuelto bastantes partidos a su equipo. Verdugo, el tercero, es un titular de garantías y gran regularidad, que da un rendimiento siempre a buena altura en la defensa.

La sensible baja españolista para el encuentro de hoy será Urruti, un guardameta de calidad, aunque quizá excesivamente promocionado internacionalmente y en posición no demasiado contrastada, al estar siempre en segundo plano, tras Arconada. Se recupera de un golpe sufrido en una pierna el último partido, pero ha sido convocado por un Santamaría que olvida demasiado a García Remón, hombre con méritos suficientes incluso para desbancarle en más de una ocasión. Le sustituirá Domínguez, con la incógnita normal de su larga suplencia.

Respecto al resto del equipo, tan original como su carácter de «refugio blanco», es curioso que Maguregui haya amalgamado un conjunto con apenas jóvenes descubiertos en casa -Urbano-, un paraguayo de fuerte tiro -Aifuch- y veteranos repescados de otros equipos grandes, donde parecían haber escrito ya su última página futbolística. Entre estos últimos están los casos de Carreño, centrocampista del Barcelona, que «bajó» al Burgos y ha vuelto a mantenerse honorablemente en Primera División; el de Lanchas, ex salmantino; el de Escalza, ex bilbaíno, e incluso el de Vilches, ex atlético.

Archivado En