Santana: "No cuento para nada con Orantes e Higueras"

Manuel Santana fue nombrado capitán de la Copa Davis en el mes de noviembre. Una vez que conoció su nombramiento elaboró un programa y lo presentó a la Federación Española para que ésta procediese a su aprobación: «Con él me la juego, y no cuento con Higueras y Orantes». Se trata de recuperar el prestigio que España tuvo en la Copa Davis. Aún todo sigue igual que antes del nombramiento, y no ha habido ninguna firma de contrato entre Santana y la Federación Española.

«Hablé con Pablo Llorens en noviembre y estaba muy ilusionado. Ahora no es que haya perdido esa ilusión, pero, la verdad, ...

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Manuel Santana fue nombrado capitán de la Copa Davis en el mes de noviembre. Una vez que conoció su nombramiento elaboró un programa y lo presentó a la Federación Española para que ésta procediese a su aprobación: «Con él me la juego, y no cuento con Higueras y Orantes». Se trata de recuperar el prestigio que España tuvo en la Copa Davis. Aún todo sigue igual que antes del nombramiento, y no ha habido ninguna firma de contrato entre Santana y la Federación Española.

«Hablé con Pablo Llorens en noviembre y estaba muy ilusionado. Ahora no es que haya perdido esa ilusión, pero, la verdad, me encuentro un tanto desconcertado por la tardanza en la contestación al proyecto que les presenté. Se trata de un programa deportivo-económico muy ambicioso, con un trabajo con vistas a cuatro años y que quizá encierre una serie de novedades en relación a lo que se venía haciendo anteriormente. No sé si será mejor o peor, pero es mi forma de pensar en cuanto a la Copa Davis se refiere».La Federación no contaba con esto cuando Llorens se decidió a nombrar a Santana capitán del equipo español. Ahora se ha visto desbordada. El presidente de la Española, tras los fracasos en la última edición de la Copa Davis, se agarró a Santana como tabla de salvación. Ahora ha entrado en un silencio que sólo conduce a perder tiempo.

«Prefiero no adelantar el programa», manifestó Santana, «aunque no es ningún secreto. Entre otras cosas se incluyen en él concentraciones, partidos amistosos y, en fin, una preparación seria, y, sobre todo, continuada. Así lo sabrán los jugadores, y al que no le interese el plan que renuncie. Estos jugadores van a ser gente joven. No me importa decir que no cuento para nada con Orantes e Higueras. Mi idea es seleccionar a doce jugadores que estarán en continuo movimiento, para, al final, quedarme con seis de ellos. El programa consta de más de treinta folios y será entregado, en el momento que se apruebe, a los medios de comunicación. Puedo asegurar que no habrá sorpresas a la hora de designar el equipo, porque todos sabremos quiénes son los que en ese momento estarán en mejor forma. Todo esto requiere tiempo y es una pena que esta estancado. Como máximo, en el plazo de cinco o seis días debe haber una contestación».

Manuel Santana ha jugado 123 partidos de Copa Davis. No hace falta decir más. Ni siquiera, por su fama y prestigio, recordar la gloria que proporcionó al tenis español. «Hace unos años no hubiera podido aceptar el cargo de capitán. Ahora sí. Estoy más posibilitado para desempeñarlo porque me he integrado aún más en el tenis, al margen de que juegue. He consultado con varios capitanes de otros países antes de elaborar mi programa y con él me la juego. De otra manera no puede ser, porque a estas alturas no puedo aceptar alegremente algo que me lleve al fracaso».

El "ranking", injusto

Santana ocupó el puesto quince en el ranking de 1979. El mismo lugar le asignaron en 1980, pese a que participó en el Campeonato de España y en una serie de torneos en los que venció a muchos de los que están por delante. «Como es fácil suponer, no me preocupa lo más mínimo el ranking. Además, no tengo ganas de polémicas absurdas. Yo quiero seguir jugando al tenis, pero con tranquilidad y sin problemas. Si me insisten tengo que decir que es injusto y no tiene ni pies ni cabeza. ¿Cómo pueden clasificar a Orantes e Higueras si no han jugado ni un solo partido para entrar en el ranking?».

El Masters y Borg

Eterno y fiel seguidor de cualquier acontecimiento tenístico, Manuel Santana estuvo en el Masters, que se disputó hace unos días en Nueva York. «En líneas generales estuvo bien y me gustó. La nota negra la pusieron Borg y Lendl, antes de las semifinales. No se puede salir a no ganar y defraudar a un público que ha pagado un buen dinero por verlo. La conclusión que saqué es que indiscutiblemente Bjorn Borg es el número uno. A mi entender, no brinda espectáculo, no hace un tenis bonito, pero sus golpes y su fuerza y movimientos de piernas le permiten ganar. Es una evidencia. En el otro aspecto puedo decir que Jimmy Connors protagonizó jugadas preciosas, y junto con John McEnroe es el único que sube a la red y con su estrategia levanta al público de los asientos».Y Santana vuelve a la Copa Davis. Pese a su momentánea decepción, le ilusiona y le obsesiona «Hay que planteárselo seriamente y si se decide que adelante, hay que afrontarla con todas la consecuencias. No oculto que en todo lo que yo propongo hay que invertir un dinero, pero insisto en que la Federación debe proponer se obtener ese presupuesto. Por otro lado, al pensar en la gente joven y poner en órbita a éstos, no sólo saldrá beneficiado el tema de la Copa Davis, sino el nivel general. Lo importante -y este es otro tema- es mentalizar a estos jugadores de lo que significa la Copa Davis, y, a continuación, conseguir que los aficionados se identifiquen con la competición para que la sigan con el entusiasmo de hace unos años. En cuanto al juego a desarrollar en la pista, no oculto que intentaré convencerlos de que hay que ser decidido, en una palabra, subir a la red, entre otras cosas porque si no, poco a poco se corre el riesgo de aburrir al público y que no acuda a las gradas.

Nadie duda, dentro y fuera del mundo del tenis, que la incorporación de Manuel Santana es todo un haval. Hay que volver a decir que hablar de tenis es hablar del Supermanuel, que superó en fama a la mismísima Copa Davis, con la que estuvo tan identificado que llegó a decirse que fue «su» competición.

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