Retorno de antiguos militantes tras el congreso del PSUC

La confrontación interna dentro del PSUC ha dado como consecuencia inmediata un retorno a dicho partido de afiliados que lo habían abandonado en los últimos años, especialmente por discrepancias que les situaban a la izquierda de la política seguida hasta ahora. En los dos últimos años, el PSUC pasó de 40.000 militantes a 21.000.La dirección del PSUC, en un comunicado emitido ayer, informó de las nuevas «peticiones de afiliación de personas que hacen diferente lectura de los resultados del congreso». Esta recuperación de militancia perdida origina un antagonismo interno aún mayor, ya que el ac...

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La confrontación interna dentro del PSUC ha dado como consecuencia inmediata un retorno a dicho partido de afiliados que lo habían abandonado en los últimos años, especialmente por discrepancias que les situaban a la izquierda de la política seguida hasta ahora. En los dos últimos años, el PSUC pasó de 40.000 militantes a 21.000.La dirección del PSUC, en un comunicado emitido ayer, informó de las nuevas «peticiones de afiliación de personas que hacen diferente lectura de los resultados del congreso». Esta recuperación de militancia perdida origina un antagonismo interno aún mayor, ya que el actual objetivo no parece ser el de mejorar la deteriorada imagen pública, sino el de inclinar la balanza interna más hacia un lado.

Un dirigente comunista de L'Hospitalet de Llobregat -zona de fuerte antagonismo interno- indicó que en los meses precongresuales dicha organización había sido la que contó con un mayor número de ingresos de militantes. Según la fuente, ello fue debido a que «el partido estaba, y continúa estando, dividido, por lo menos, por la mitad. Cada sector buscaba nuevos militantes por su lado y con mucho empeño, ya que ello podía implicar una victoria para su tendencia. En este afán se llegó a hacer ingresar a gente que pertenecía a la familia y que no tenía ningún interés por la política. Lo único deseado es que estuvieran presentes en las reuniones conflictivas y diesen el voto a la propia tendencia. El trabajo fuera del partido era, y es, lo de menos».

Por otro lado, el director general de la agencia de viajes de CC OO -Tulsa- precisó el número de personas que viajaron a la Unión Soviética en los últimos meses. Con ello quiso desmentir apreciaciones procedentes de fuentes imprecisadas del PCE, según las cuales gran número de catalanes habían visitado aquel país en los últimos tiempos.

De mayo a diciembre, Tulsa organizó el viaje de 970 personas a la URSS (de las cuales, 388 en ocasión de los Juegos Olímpicos). Según la fuente, sólo alrededor de un 30% de estas personas procedían de Cataluña, mientras que más de un 50% eran de Madrid. Dicha agencia de viajes -la utilizada de forma general por militantes del PSUC y del PCE- organiza cortas estancias turísticas en la URSS que tienen un cierto contenido político-social, pero limitado a una visita a una escuela o una fábrica, siempre de carácter optativo. La fuente señaló que el incremento de estancias en la URSS era debido a los Juegos Olímpicos y la buena relación calidad-precio. Desmintió que dichos viajes tuviesen significación política con relación a los problemas entre el PCE y el PSUC.

Actos de los "bandera blanca"

Por otro lado, el secretario de organización del PSUC, Josep M. Rodríguez Rovira, anunció que el comité ejecutivo adoptará una resolución con respecto a dos reuniones organizadas por la tendencia bandera blanca, o socialdemócrata, del PSUC. Una de estas reuniones, a la que invitaron a periodistas escogidos, contó con la asistencia de unas 120 personas, entre las que figuraban dirigentes del sindicato textil de CC OO, el único de esta central en el que dicha corriente -perdedora tanto en el último congreso del PSUC como en el de las CC OO catalanas- cuenta con líderes destacados.En dicha reunión fue aprobado un maniflesto, denominado «del Pueblo Nuevo», en base al barrio donde tuvo efecto el encuentro. Este manifiesto indica que el PSUC se centra en «una situación de excepcionalidad por el abandono de los elementos esenciales del eurocomunismo». En todo el manifiesto, el sector bandera blanca se sitúa al lado de los criterios defendidos por Santiago Carrillo, tendentes a imponer la celebración de un congreso extraordinario.

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La dirección del PSUC no parece en absoluto dispuesta a sancionar a los organizadores de reuniones que, como las dos aludidas, deberían ser calificadas, según la terminología de los partidos comunistas, «de carácter fraccional», por ser llevadas a cabo al margen de los canales orgánicos.

Pero una proliferación de estas reuniones convertiría al PSUC en un tipo de partido aún más singular. Por ello, una fuente de la dirección del PSUC indicó que se tomarían medidas «de advertencia, pero, en lo posible, evitando toda sanción, en estos momentos de debate interno generalizado».

La tendencia bandera blanca duda respecto al grado de beligerancia que debe adoptar. Por un lado, su silencio favorecería su marginación total. Pero, por otro, su identificación con la postura de Carrillo también juega en su contra.

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