Decepcionante Copa del Mundo.
La I Copa del Mundo de halterofilia, que reunió en el gimnasio Moscardó de Madrid a toda una pléyade de grandes figuras de la modalidad, resultó una competición decepcionante. Como se temía, todos los levantadores se mostraron lejos de su mejor forma olímpica. Sólo el húngaro Solyomvari, quinto en Moscú en la categoría de hasta cien kilos -él pesó 98,5-, se acercó al récord mundial y ganó al regirse los resultados por un sistema de puntuación de las marcas, con relación al récord de su categoría, sin contarse los pesos. Izó 375 kilos, 170 en arrancada -movimiento de la imagen- y ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La I Copa del Mundo de halterofilia, que reunió en el gimnasio Moscardó de Madrid a toda una pléyade de grandes figuras de la modalidad, resultó una competición decepcionante. Como se temía, todos los levantadores se mostraron lejos de su mejor forma olímpica. Sólo el húngaro Solyomvari, quinto en Moscú en la categoría de hasta cien kilos -él pesó 98,5-, se acercó al récord mundial y ganó al regirse los resultados por un sistema de puntuación de las marcas, con relación al récord de su categoría, sin contarse los pesos. Izó 375 kilos, 170 en arrancada -movimiento de la imagen- y 205 en dos tiempos. En un cuarto intento suplementario no pudo sujerar el récord mundial del primer movimiento sobre 183,5 kilos. Segundo clasificado fue el soviético Leonid Taranenko, que con 109 kilos -categoria hasta 110- levantó los mismos 375 kilos, en 165 y 210.