El Barcelona, goleado y humillado por el Colonia

El Barcelona fue derrotado de forma contundente, y humillado, por un Colonia pleno de inspiración, garra, fuerza, anticipación, visión de la jugada y magníficamente dirigido por Michels desde la banda y Bonhoff en el terreno de juego. Este nuevo ridículo azulgrana, que le apea de la Copa de la UEFA, lleva la crisis a una situación insostenible que nadie puede prever cómo finalizará. La junta directiva se reunió anoche tras salir del Camp Nou a escondidas en medio del gran escándalo originado.Aunque un jugador hizo un corte de mangas al público después de conseguir el Colonia uno de sus goles, ...

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El Barcelona fue derrotado de forma contundente, y humillado, por un Colonia pleno de inspiración, garra, fuerza, anticipación, visión de la jugada y magníficamente dirigido por Michels desde la banda y Bonhoff en el terreno de juego. Este nuevo ridículo azulgrana, que le apea de la Copa de la UEFA, lleva la crisis a una situación insostenible que nadie puede prever cómo finalizará. La junta directiva se reunió anoche tras salir del Camp Nou a escondidas en medio del gran escándalo originado.Aunque un jugador hizo un corte de mangas al público después de conseguir el Colonia uno de sus goles, cierto sector había lanzado ya gran cantidad de objetos al banquillo. La reacción posterior puede originar la clausura del campo barcelonista por parte de la UEFA. Michels, que le dio tácticamente una lección a Kubala, debió ver mucho tiempo el partido desde la banda, al serle imposible acercarse al banquillo.

El conjunto de Kubala no tenia nada claro superar la eliminatoria a pesar del 0-1 en la ida y de que antes del minuto de juego Simonsen tuvo una gran ocasión de gol. Ello hizo nacer las ilusiones entre el público barcelonista, que, poco a poco, fue cambiándose en desesperación a medida que veía cómo los alemanes controlaban a placer el encuentro. El centro del campo alemán dominó por completo la situación. Congeló el balón, buscando la salida de los barcelonistas en defensa y obligó a que éstos emplearan todo tipo de métodos para cortar sus peligrosos contraataques. La lesión de Migueli por una durísima entrada de Engels descontroló aún más al Barcelona, que, a partir de ahí, empezó a encajar los goles.

El segundo tanto, nada más iniciarse la segunda parte acabó de romper todas las posibilidades de recuperación del Barcelona, que ya se había ido al descanso con la ventaja perdida.

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