Prospera una moción de censura contra el alcalde de Bilbao

El pleno del Ayuntamiento de Bilbao, presidido ayer por el teniente de alcalde, Santi Brouard, de Herri Batasuna, aprobó por unanimidad de los quince concejales presentes una moción de censura contra el alcalde, Jon Castañares, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), quien, al igual que los doce ediles peneuvistas, no asistió a la sesión. La moción no comporta consecuencias legales, aunque indudablemente supone una crítica formal.

La moción había sido presentada por once concejales «ante el incumplimiento y la no ejecución del acuerdo adoptado en el pleno del pasado día 2, aprobado con lo...

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El pleno del Ayuntamiento de Bilbao, presidido ayer por el teniente de alcalde, Santi Brouard, de Herri Batasuna, aprobó por unanimidad de los quince concejales presentes una moción de censura contra el alcalde, Jon Castañares, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), quien, al igual que los doce ediles peneuvistas, no asistió a la sesión. La moción no comporta consecuencias legales, aunque indudablemente supone una crítica formal.

La moción había sido presentada por once concejales «ante el incumplimiento y la no ejecución del acuerdo adoptado en el pleno del pasado día 2, aprobado con los votos en contra del PNV, en que se pedía al alcalde y a los concejales del PNV que explicaran en el plazo de quince días los criterios que, a su juicio, deben seguir las sesiones plenarias».Venía a cuento este acuerdo del pleno porque ha sido precisamente la actuación del alcalde, con el respaldo de su partido, en lo referente a la confección de los órdenes del día de los plenos y la regulación de los mismos, lo que provocó, el 4 de septiembre, la airada protesta de todas las fuerzas de la oposición municipal y un concejal de UCD, que abandonaron el pleno. Los concejales calificaron entonces la actuación mencionada del alcalde como «arbitraria y antidemocrática».

La oposición, en la que se incluía UCD, había denunciado ya públicamente la proclividad del alcalde, a la hora de elaborar los órdenes del día, para dejar a un lado los asuntos que él consideraba políticos («Esto es un pleno y no un Parlamento», justificaba Jon Castañares). Dichos asuntos, que trataban de ser colados por la oposición en los plenos mediante el sistema de mociones de urgencia, no llegaban finalmente tampoco a ser incluidos en el orden del día porque, como denunciaban aquéllos, «el alcalde siempre tenía excusas para no incluirlas».

La ausencia de los concejales del PNV y el alcalde (trece de los veintinueve corporativos) no impidió que se lograra, con quince asistentes, la mayoría necesaria, y que con los votos de todos ellos prosperara la moción de censura. La duda sobre lo que votarían los concejales de UCD quedó aclarada desde el primer momento. A falta de uno, ausente, cuatro votaron afirmativamente la moción junto a HB (cuatro concejales), PSOE (cuatro) y EE, LAIA y ESB (uno cada uno).

En el turno de intervenciones previo a la votación todas las fuerzas municipales criticaron muy duramente la ausencia de Jon Castañares y de los concejales del PNV.

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