GENTE

Una carta

remitida por el secretario provincial de la Delegación del Ministerio de Educación y Ciencia en Oviedo tardó ocho años y tres días en recorrer los veinte kilómetros que separan la capital, asturiana de la ciudad minera de Mieres. María Soledad Menéndez Rodríguez, profesora del colegio Santa María, era la destinataria. El funcionario le comunicaba en la misiva el reconocimiento y pago inmediato de un trienio de antigüedad por ella reclamado. Pero la maestra no pudo recibir la buena nueva porque, según informa José Manuel Vaquero, ningún profesor del colegio, cuya plantilla docente...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

remitida por el secretario provincial de la Delegación del Ministerio de Educación y Ciencia en Oviedo tardó ocho años y tres días en recorrer los veinte kilómetros que separan la capital, asturiana de la ciudad minera de Mieres. María Soledad Menéndez Rodríguez, profesora del colegio Santa María, era la destinataria. El funcionario le comunicaba en la misiva el reconocimiento y pago inmediato de un trienio de antigüedad por ella reclamado. Pero la maestra no pudo recibir la buena nueva porque, según informa José Manuel Vaquero, ningún profesor del colegio, cuya plantilla docente fue renovada totalmente en los últimos años, conoce a María Soledad.

Archivado En