Reportaje:

Hinault, favorito pese a sus problemas físicos

Los campeonatos del mundo de fondo en carretera se inician hoy en el circuito de Sallanches, al sur de Francia, con la prueba de damas, sobre 54,6 kilómetros. Mañana, en el mismo trazado que las mujeres darán sólo cuatro vueltas, los hombres completarán veinte, hasta cubrir 268 kilómetros. La dureza estará asegurada por la Cote de Domancy, «un pequeño puerto» de sólo 2,7 kilómetros, del 8% de pendiente media, pero con rampas, a veces, del 12% y hasta el 14%. El paso (veinte veces) por el mismo sitio convertirá el Mundial casi en una etapa de montaña.

Del Mundial de fondo en carretera, u...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los campeonatos del mundo de fondo en carretera se inician hoy en el circuito de Sallanches, al sur de Francia, con la prueba de damas, sobre 54,6 kilómetros. Mañana, en el mismo trazado que las mujeres darán sólo cuatro vueltas, los hombres completarán veinte, hasta cubrir 268 kilómetros. La dureza estará asegurada por la Cote de Domancy, «un pequeño puerto» de sólo 2,7 kilómetros, del 8% de pendiente media, pero con rampas, a veces, del 12% y hasta el 14%. El paso (veinte veces) por el mismo sitio convertirá el Mundial casi en una etapa de montaña.

Del Mundial de fondo en carretera, uno de los títulos más prestigiosos del ciclismo mundial, se dice siempre que es una carrera distinta, y es una realidad. Como mucho, puede parecerse a la más dura de las pruebas clásicas de un día, pero prácticamente supera a casi todas en el kilometraje. Por todo ello, el campeón del mundo cada año no es necesariamente el mejor corredor «mundial de ese año», sino el que mejor momento tiene justamente ese día. Evidentemente, rara vez se ha producido la sorpresa total de que ganara un desconocido, aunque también se ha podido dar ese caso, imposible, en cambio, en una prueba por etapas tipo Tour o Giro de Italia.Otra de las características del Mundial es que teóricamente se corre por equipos, aunque en los últimos tiempos ello se ha convertido en una entelequia, absorbida claramente por las casas comerciales. Sin ir más lejos, ese es el caso de Bélgica, cuadro compuesto por bastantes corredores de calidad, pero que difícilmente colaborarán entre ellos, al ser de distintas firmas comerciales; caso distinto, y positivo, en cambio, es el de Holanda, pues el Ti Raleigh copa prácticamente el grupo, por lo que no ha sido extraño que por esa labor común los dos últimos campeones mundiales hayan sido Kneteman -ganador de la reciente vuelta a Holanda- y Raas.

La diferencia en esta edición del Mundial estará, sin embargo, en que tal vez la dureza pueda incluso con los radadores, habituales favoritos de esta prueba. La Cote de Domancy, que jalonará el recorrido, será un elemento fundamental para endurecer -favoreciendo a los más escaladores- la carrera. Un tipo de corredor como Hinault, pues, si no acusa los muchos problemas físicos que le han aquejado esta temporada, debe ser el gran favorito. El italiano Saronni, que ya ha demostrado «asumir» las cuestas con estoicismo, parece su rival más peligroso, a juzgar también por lo en forma que se ha mostrado en las últimas pruebas de preselección italianas. Su compatriota Francesco Moser, campeón mundial en 1977, ha sido incluido en el equipo, pero casi únicamente por su nombre, pues incluso se retiró en estas recientes pruebas.

Aparte de los holandeses ya citados -tal vez hasta Zoetemelk, aunque ya muy difícilmente, podría tener su oportunidad- no se podrá olvidar a los belgas. Fundamentalmente, a pesar de que por la famosa Cote de Domancy hombres como Criquiellon o De Muyrick podrían tener más oportunidad, aún estará al acecho el veterano Roger de Vlaeminck, que aspira a unir a su dilatado palmarés el título mundial, que le falta. Desde luego, si él va en una escapada final, no sería nada descabellado apostar por su potencia, calidad y experiencia. También lo ha demostrado hace poco en Italia, donde aún corre enrolado en equipos italianos.

Los españoles, sólo incógnita

En cuanto a los españoles, la incógnita de su actuación es, al menos, un dato positivo para este Mundial. Ya no se habla del fracaso esperado como en ediciones anteriores. Sus posibilidades serán evidentemente escasas, pues el ciclismo nacional aún no sabe digerir carreras de este kilometraje, entre otras razones, porque no las corre casi nunca. Además, el mejor hispano, Rupérez, no ha vuelto a coger la forma que le llevó a destacar como ganador de la Vuelta a España y posteriormente en el Giro de Italia. Lasa no deja de ser un lugarteniente de lujo, sin más posibilidades. De los demás, los Fernández -Juan y Alberto- y Lejarreta, por ejemplo, suben bien, pero habrá que soñar con su hazaña. Arroyo, el reciente ganador de la Vuelta a Castilla, es posible que note las secuelas de su caída y, sobre todo, que esto no será una etapa Torrejón-Cuenca.

Proyectos

La Federación Internacional de Ciclismo Profesional, que se reunió ayer en Chamonix, adoptó un principio de acuerdo sobre la división del futuro campeonato del mundo en dos modalidades: contra reloj y en línea, para que sea más abierto y con posibilidades a las distintas cualidades de los corredores. Tal propuesta será sometida en noviembre a la Unión Ciclista Internacional (UCI). La clasificación definitiva será atribuida por puntos.En otro orden de cosas, dentro del calendario facilitado para pruebas de seis días en la próxima temporada, que se iníciará con los de Londres, entre el 18 y el 24 de septiembre, no se ha hecho tampoco mención a los que se quiere revivir de Madrid.

Archivado En