G . P. de Austria de Fórmula 1

Duelo entre Williams, Ligier y Renault

El Gran Premio de Austria de Fórmula 1, décima carrera del Campeonato del Mundo, se disputa esta tarde en el escalofriantemente rápido circuito de Zeltweg. Cuando sólo faltan cuatro pruebas para que finalice esta polémica temporada, el australiano Alan Jones, probablemente el piloto más en forma, puede dar un paso casi definitivo en la consecución de un título que el pasado año se le escapó por muy poco.

El circuito de Zeltweg, considerado por muchos pilotos como uno de los que cuentan con buenas medidas de seguridad, es, pese a ello, tremendamente rápido. En su tra zado, de casi seis k...

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El Gran Premio de Austria de Fórmula 1, décima carrera del Campeonato del Mundo, se disputa esta tarde en el escalofriantemente rápido circuito de Zeltweg. Cuando sólo faltan cuatro pruebas para que finalice esta polémica temporada, el australiano Alan Jones, probablemente el piloto más en forma, puede dar un paso casi definitivo en la consecución de un título que el pasado año se le escapó por muy poco.

El circuito de Zeltweg, considerado por muchos pilotos como uno de los que cuentan con buenas medidas de seguridad, es, pese a ello, tremendamente rápido. En su tra zado, de casi seis kilómetros de longitud, sólo en una chicane -diseñada para reducir algo la velocidad- se ven los pilotos obligados a reducir hasta introducir la tercera velocidad en sus cajas de cambio. Las restantes curvas del circuito se afrontan en cuarta o quinta, muy por encima de la barrera de los doscientos kilómetros por hora. De ahí que, cuando las dos primeras marchas de la caja de cambio sólo se utilizan en el momento de la arrancada, y la tercera, una sola vez en cada giro, el promedio resulte tan espectacular como escalofriante, muy próximo a 240 kilómetros por hora.Los pilotos, que no se ven, pues, forzados a un trabajo excesivo sobre las cajas de cambio o los frenos de sus monoplazas, tienen que esforzarse al máximo en concentrarse en los trazados, porque en ellos cualquier desviación, aunque sea casi milimétrica, puede conducir al desastre, ya que a esas velocidades es muy difícil corregir una trayectoria equivocada.

Otro de los problemas que plantea el circuito de Zeltweg es el de su especial climatología. Enclavado en un precioso bosque, entre montañas, con desniveles y cambios de alturas, las lluvias torrrenciales pueden hacer aparición en pocos minutos, cambiando por completo y bruscamente la decoración de la carrera.

Precisamente en Zeltweg, en 1977, el australiano Alan Jones, entonces al volante de un Shadow, ganó la primera carrera de fórmula 1 de su vida. Este año, Jones, ya con siete victorias -ocho contando la española del pasado mes de junio- en su haber, incluida la que consiguió en este mismo trazado la pasada temporada, puede, si no obtener otro triunfo más, sí, al menos, asegurarse unos puntos muy importantes de cara a la conquista del título mundial, en la que aparece como más claro y firme aspirante.

Porque, aunque los Renault, con sus motores turboalimentados, cuentan con una ventaja casi insuperable en este tipo de circuitos, tan extremadamente rápidos, la fiabilidad de los coches franceses está aún lejos de lo esperado, y sus ruedas Michelín están actualmente muy por debajo, en cuanto a pres taciones, respecto a su gran rival, el coloso norteamericano Good Year, que ha hecho un extraordinario esfuerzo por barrer a su oponente francés.

Por otra parte, aunque los Renault logras , en en Zeltweg una lógica -aunque, paradógicamente, inesperada- victoria, la enorme ventaja de puntos de Alan Jones frente a los pilotos de Renault le aseguran al australiano cierta comodidad.

La táctica de Jones, que podría ser mantener cierta prudencia, con el único objetivo de sumar puntos -aunque él es un batallador y luchará por la victoria a cualquier precio-, estará más encaminada a neutralizar las acciones de los dos hombres de Ligier, Pironi y Laffite -que, pese a todo, están a dieciocho y dieciséis puntos, respectivamente, de Jones en la clasificación mundial-, y la del joven brasileño Nelson Piquet -a sólo siete puntos del líder-, este último, uno de los grandes pilotos del momento, y que en cada carrera tiene ocasión de demostrar que la técnica y el valor del piloto pueden todavía, contrarrestar una mecánica no tan puntera como la de sus rivales.

Los pilotos franceses René Arnoux y Jean-Pierre Jabouille ambos con Renault turbo, saldrán en primera fila de la parrilla de salida. En los entrenamientos oficiales de ayer hicieron 1.30.27 y 1.31.48, respectivamente. En segunda fila estarán el australiano Alan Jones y el argentino Carlos Reutemann, ambos con Williams; los franceses Jacques Laffite y Didier Pironi, con Ligier, ambos saldrán desde la tercera fila.

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