Las reuniones atléticas posolímpicas, disminuidas por las bajas

Esta tarde, en Zurich, se disputará la reunión atlética tradicionalmente más importante de cuantas se programan en Europa cada verano. Aunque actualmente sólo existe en las listas de récords mundiales conseguidos en la denominada «pista milagro» de la ciudad suiza, el de 1.500 metros, en posesión de Sebastian Coe, con 3.32. 1, desde el año pasado -Igualado hace dos meses por su compatriota Ovett-, cada temporada se espera la cita con expectación. Ahora, lamentablemente, pese a la presencia de muchas figuras mundiales, las bajas de campeones olímpicos que podían contrastar su éxito con l...

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Esta tarde, en Zurich, se disputará la reunión atlética tradicionalmente más importante de cuantas se programan en Europa cada verano. Aunque actualmente sólo existe en las listas de récords mundiales conseguidos en la denominada «pista milagro» de la ciudad suiza, el de 1.500 metros, en posesión de Sebastian Coe, con 3.32. 1, desde el año pasado -Igualado hace dos meses por su compatriota Ovett-, cada temporada se espera la cita con expectación. Ahora, lamentablemente, pese a la presencia de muchas figuras mundiales, las bajas de campeones olímpicos que podían contrastar su éxito con los ausentes en Moscú, será nota dominante. Así ha ocurrido en todas las reuniones posolimpladas.El atletismo, deporte rey por excelencia, no podrá encontrar nunca motivos válidos de comparación para valorar, aunque sólo de una forma teórica, lo que habría podido ocurrir en Moscú si a la cita olímpica hubiesen acudido todos los atletas. El boicoteo estropeó los mejores Juegos de la historia en potencia y los «otros boicoteos», a veces sólo con simples pretextos o por planes determinados en la organización, ha hecho lo mismo en las reuniones posolímpicas. Desde el fin de los Juegos se han ido desarrollando las distintas competiciones -como ya antes de la cita olímpica- pero en cada una sólo ha habido «pequeñas gotas» de gran calidad en cuanto a los posibles enfrentamientos. Hasta el momento y quizá ya sea imposible, no ha cuajado esa gran reunión que tuviese la entidad de unos Juegos paralelos.

La primera decepción llegó ya en Roma, el día 5, pues si la presencia del equipo norteamericano fue incluso «sobrada» faltaron gran cantidad de atletas soviéticos y todos los de la RDA. Sólo estuvieron ocho campeones olímpicos. La norma, con escasas variaciones y quizá empeorando, siguió en Berlín Oeste, el día 8; Londres, el 9; Colonia, el 10, y Budapest, el 11.

De todas formas sí han quedado claras algunas cosas, aunque quizá las esperadas: Moses, en 400 vallas, y Nehemiah, en 110, se han vuelto a mostrar imbatibles. El primero quedó en Berlín, con 47.18, a cinco centésimas de su récord mundial, y el segundo, en Colonia, hizo 13.23, mejor marca del año, a veintitrés centésimas de su plusmarca. Entre los sprinters, igualmente norteamericanos, se ha erigido Stanley Floyd en el mejor, al no haberse recuperado Sanford de su lesión. Tras «arrasar» en las primeras reuniones fue sintomático que en Colonia el campeón olímpico británico, Alan Wells, se impusiera con 10. 19 ante el citado Floyd, 10.21 y Lattany, 10.22. Resultó «curioso» el enfrentamiento, por ser «occidental», pues Archipenko, campeón en Moscú en 400 vallas, no se enfrentará, por ejemplo, a los norteamericanos hasta hoy en Zurich, y Munkelt o Casañas ni han querido ver a Nehemiah y sus «delfines», Foster, Cooper, Campbell e incluso Milburn.

El kilómetro y medio

En la ciudad suiza habrá nuevamente enfrentamientos importantes, pero también parciales. En 100 y 200 metros correrán Wells, Floyd y los medallas de bronce moscovitas, el búlgaro Petrov y el jamaicano Quarrie. Faltará, al parecer, el ghanés Obeng, que derrotó anteayer, en Budapest, a Wells -10.21, por 10.23- Ghana no estuvo en Moscú. Coe correrá los 1.500 metros, en los que sí tendrá buena oposición de los «boicoteadores», como Walker (Nueva Zelanda) o Scott (EE UU), pero no se ha inscrito Straub (RDA), que ganó la plata ante Ovett. También participará Bayi, que no pudo correr el kilómetro y medio en Moscú al coincidirle con los 3.000 obstáculos, en los que fue medalla de plata tras Malinovski. Este, después de su triunfo, sólo ha corrido una prueba en esa distancia y la perdió, en Londres, en el Crystal Palace, ante el italiano Scartezzini, otro ausente olimpico, pues la cadena de bajas y «contrabajas» no tiene fin. El polaco se dedica ahora a los 5.000 lisos, donde sólo aparecerá el campeón olímpico Yifter -con su fiel «animador» Keddir- en la siguiente reunión de Niza, el día 17. Pero allí quizá no estén Nyambui, plata, o Wessinghage (RFA), otro gran ausente, que sí correrán hoy.Los restantes duelos importantes en Zurich serán: WszolaMoegeriburg, en altura; Litvinov-Riehm, en martillo; Beyer-Reichenbach, en peso, y Myricks-Paschek, en longitud, aunque no estará Dombrowski. Siempre faltará alguien.

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