El filial atlético única alegría roliblanca

El ascenso a Segunda División del Atlético Madrileño ha supuesto el único éxito deportivo del club rojiblanco, en una temporada triste del primer equipo, que no ha logrado meterse en ninguna competición europea, con el consiguiente perjuicio económico -cien millones de pesetas- que ello supone. Joaquín Peiró, ex jugador internacional, que pasó ocho años de su carrera en el fútbol italiano, ha sido el entrenador del ascenso. Apenas veinticinco millones de presupuesto, fichas y primas bajas y una media de edad de veinte años, configuran el entorno del «Castilla» rojiblanco.

El Madrileño t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ascenso a Segunda División del Atlético Madrileño ha supuesto el único éxito deportivo del club rojiblanco, en una temporada triste del primer equipo, que no ha logrado meterse en ninguna competición europea, con el consiguiente perjuicio económico -cien millones de pesetas- que ello supone. Joaquín Peiró, ex jugador internacional, que pasó ocho años de su carrera en el fútbol italiano, ha sido el entrenador del ascenso. Apenas veinticinco millones de presupuesto, fichas y primas bajas y una media de edad de veinte años, configuran el entorno del «Castilla» rojiblanco.

El Madrileño tendrá hoy su partido de homenaje. Se enfrentará, en el Manzanares, el Spartak de Trnava, campeón de Copa de Checoslovaquia. Durante toda la temporada, los comentarios de los seguidores rojiblancos, que en buen número han acudido a los partidos del filial en su grupo de la Segunda B, han sido todo un cántico para los «chavales», en detrimento lógico de los profesionales de la primera plantilla, que han producido enormes sinsabores.El Atlético Madrileño se fundó en la temporada 1969-1970, con el nombre de Reyfra Atlético, aunque al año siguiente pasó ya a su actual denominación. Este año ha realizado una magnífica temporada, y su segundo puesto, a un punto del líder, Baracaldo, le ha aupado a la Segunda División, que contará el próximo año con otros tres equipos madrileños: Rayo, Castilla y Getafe.

La media de edad de sus jugadores es de veinte años, y de entre ellos podrá escoger el Atlético para reforzar la plantilla del primer equipo, que se ve ya mermada por las bajas tras la obligada reestructuración. Económicamente, el presupuesto del filial atlético es corto, apenas llega a los veinticinco millones de pesetas, y las primas de Fichaje de los jóvenes jugadores no sobrepasan, en la mayoría de los casos, las 100.000 pesetas. Hay algunas excepciones, como la del más veterano, Prado, que está por el medio millón. Tampoco hay primas altas por los triunfos. Estas han sido (le 10.000 pesetas por la victoria fuera y en casa, y de 5.000 por el empate fuera.

Los nombres de Mejías -Portero-, Pedro Pablo -extremo de gran calidad-, Julio Prieto -medio- o el propio Prado -jugador con tina técnica excelente y que, pese a su corta talla (1,60), podría rendir ya en el primer equipo-, se barajan para el ascenso a la plantilla profesional. Ultimamente, la labor desplegada desde hace unas temporadas con la cantera parece estar dando frutos, a pesar de la falta de campos en la que se mueven los equipos de las categorías inferiores. En el primer equipo del Atlético han estado este año hombres como kuiz, Sierra, Quique, Rubio, el mismo Leal, Fraguas y Javi, aunque estos dos últimos no continuarán.

Peiró, el entrenador del éxito

Joaquín Peiró -el «galgo de Cuatro Caminos»- fue en su momento uno de los jugadores importantes del fútbol español. Veinte veces internacional, participó en los mundiales de Chile y de Inglaterra. Comenzó en el Atlético a los dieciocho años, y junto con Collar -la hinchada atlética les llamaría más adelante el «ala lnfernal»- fue cedido al Murcia, que lograría el ascenso de Segunda. En la temporada 1955-1956 se quedó ya definitivamente en el primer equipo rojiblanco, y con diecinueve años debutó en la selección española. En el año 1962 fue traspasado al Torino. El Atlético cobró una cantidad enorme en aquellos tiempos: veinticinco millones de pesetas.

Peiró, que había jugado ocho temporadas con el Atlético, permaneció en Italia otros ocho años, dos en el Torino, dos en el Inter, y cuatro en el Roma. Volvió a España el año 1970, retirándose del fútbol activo. Comenzó al año siguiente a dirigir a uno de los equipos juveniles del Atlético, y fue posteriormente segundo entrenador del primer equipo, con el argentino Juan Carlos Lorenzo, y con Luis Aragonés. Lleva dos temporadas en el Madrileño, y este año ha tenido como ayudante a otro ex jugador del club, Iselín Santos Ovejero, el «cacique del área». Otros ex jugadores controlan y dirigen la cantera rojiblanca, como Ufarte y Rodri.

A Peiró no se le escapa que «para el club, indiscutiblemente, la campaña del Madrileño ha sido lo más positivo este año», y es consciente también de que el club debe echar mano de sus jugadores, para intentar recomponer un equipo con aspiraciones, devaluado este año por una nefasta temporada.

Peiró no quiere hacer distinciones entre sus jugadores a la hora de calibrar las posibilidades de aquéllos que pueden acceder al primer equipo. «Eso, además, va a depender de las necesidades del cuadro profesional, de los puestos que se necesiten acomodar. Desde hace ya algún tiempo estamos trabajando toda la plantilla de técnicos del club en la reestructuración. Personalmente me encantaría que pasaran arriba la mayoría de mis jugadores».

Archivado En