Ingeniero muerto en su domicilio al estallarle un bote de pólvora

Manuel Riera García de la Noceda, 36 años, ingeniero de Telecomunicación, casado, con cinco hijos, resultó muerto ayer por la tarde como consecuencia de la explosión de un bote de pólvora que, al parecer, estaba manipulando en la cocina de su casa con la intención de recargar cartuchos de caza.Sobre las inclinaciones políticas del señor Riera, parece ser que éstas se situaban hacia la derecha: en el despacho que tenía en su casa hay una gran bandera nacional y un retrato del anterior jefe del Estado.

Según parece, algunas veces había remitido cartas a la policía en las que les sugería ...

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Manuel Riera García de la Noceda, 36 años, ingeniero de Telecomunicación, casado, con cinco hijos, resultó muerto ayer por la tarde como consecuencia de la explosión de un bote de pólvora que, al parecer, estaba manipulando en la cocina de su casa con la intención de recargar cartuchos de caza.Sobre las inclinaciones políticas del señor Riera, parece ser que éstas se situaban hacia la derecha: en el despacho que tenía en su casa hay una gran bandera nacional y un retrato del anterior jefe del Estado.

Según parece, algunas veces había remitido cartas a la policía en las que les sugería soluciones para la situación política actual, que fueron calificadas como «absurdas».

El señor Riera, socio del Tiro Olímpico y aficionado a la caza -según se deduce de las armas encontradas en su domicilio, en el número 103 de la calle de General Mola- estaba, cerca de las cinco de la tarde, cargando cartuchos en la cocina de la casa. Aunque se desconocen exactamente las causas, parece ser que un bote de pólvora que se encontraba cerrado explosionó frente a él, causándole heridas en el vientre y en una mano, a consecuencias de las cuales falleció al poco de ingresar en la Ciudad Sanitaria Provincial.

A última hora de la tarde persistían, sin embargo, diversos puntos oscuros que la policía no aclaró a la prensa. Esos puntos oscuros se concretaban en el hecho de que la pólvora explosionó, cuando lo único que hace este producto es arder (deflagrar). Una teoría que trataba de explicar este extremo razonaba la posibilidad de que el señor Riera estuviera manipulando pequeñas cantidades de pólvora y que, por un descuido, ardiera ésta y comunicara su calor a un bote cerrado que estuviera en las proximidades. El calor haría arder la pólvora de dentro del bote, que, al estar cerrado y no tener salida de gases, provocó la explosión.

Pero aun esta explicación contiene puntos oscuros, toda vez que una persona experta en armas, como parecía ser el señor Riera, difícilmente cometería un descuido de ese calibre. Además, fuentes médicas aseguraron que el bote en cuestión debería estar muy cerca (prácticamente pegado al cuerpo) como para producirle heridas de tal consideración.

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