Festival de Eurovisión

Trigo Limpio promete cumplir

Hoy, en La Haya, dentro del marco del Festival de Eurovisión, Mari Cruz Soriano va a ser la presentadora del conjunto español participante, Trigo Limpio, que intervendrá en penúltimo lugar con la canción titulada Quédate esta noche. El tema español ha de rivalizar con los dieciocho que representan a otros tantos países, entre los que este año no figuran Israel -ganador de la pasada competición- ni Yugoslavia. Destaca, en cambio, la presencia, por vez primera, de Marruecos. A juicio de los expertos en este tipo de música comercial, Francia, Irlanda y España tienen amplias posibilidades de obten...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Hoy, en La Haya, dentro del marco del Festival de Eurovisión, Mari Cruz Soriano va a ser la presentadora del conjunto español participante, Trigo Limpio, que intervendrá en penúltimo lugar con la canción titulada Quédate esta noche. El tema español ha de rivalizar con los dieciocho que representan a otros tantos países, entre los que este año no figuran Israel -ganador de la pasada competición- ni Yugoslavia. Destaca, en cambio, la presencia, por vez primera, de Marruecos. A juicio de los expertos en este tipo de música comercial, Francia, Irlanda y España tienen amplias posibilidades de obtener los primeros puestos en la clasificación. Pero, en este resbaladizo terreno submusical, no hay que descartar nunca las sorpresas.

Unos cuatrocientos millones de telespectadores serán testigos esta noche, a través de la pequeña pantalla, del desarrollo, habitualmente ramplón y casi hiriente, del Festival de Eurovisión. Acuden este año al Palacio de Congresos de La Haya los representantes de diecinueve países. Israel renunció a ser la sede de este festival. Y Yugoslavia se ha retirado del certamen, pareciéndole acaso irreverente andar tarareando por esos mundos mientras Tito agoniza. Por el contrario, Marruecos se incorpora al circuito eurovisivo y lo hace con un tema titulado Mensaje de amor.Dentro de una misma tónica facilona y competitiva, hay canciones para todos los gustos. La francesa, muy pegadiza, parte como favorita. Luxemburgo ha delegado su honor patrio en el cuerpo y alma de dos gemelas, Sophie y Magali, que, a la manera de Pili y Mili cantan y bailan una melodía donde se habla de un papá pingüino. Dinamarca y Suiza se embarcan en lo rítmico, mientras que Italia bucea en lo melódico. Y el grupo belga Telex hasta se permite una parodia amable del propio festival. El tema de Irlanda goza casi de tanta confianza como el francés. Y España, según lo acostumbrado, promete cumplir a raja tabla. De todas formas, si Trigo Limpio fracasa, Miguel de los Santos se encargará de explicar a los telespectadores españoles las razones y sinrazones de tan inexplicable fracaso.

Los de Trigo Limpio -Patricia, lñaki y Carlos- se han llevado a La Haya un tema que procura responder aunadamente a las dos tentaciones posibles: la melódica y la rítmica. Esa ambigüedad, consustancial al conjunto español, tanto puede serles útil como aguarles el regocijo. Esperemos que los diversos jurados clasificadores sean sensibles a su osada propuesta: Quédate junto a mí esta noche.

Antes de acudir a la cita eurovisiva, Trigo Limpio actuó en Madrid, en la sala Cleofás. Daba una cierta pena presenciar su actuación. Carlos iba de Tom Jones y se quedaba en tenue fotocopia de Raphael. Iñaki lograba poner nervioso al más flemático con su aspecto de sosería envarada. Sólo Patricia mantiene el tipo, gracias, sobre todo, a una espléndida voz, puesta al servicio, por desgracia, de temas puramente pachangueros. Ella es hija del que fue delantero centro del Real Madrid Pahíño. Ella - su voz- merecía algo más que lo que le ha tocado en suerte.

Pese a todo, Trigo Limpio ha prometido ensayar gestos austeros, poner el corazón en la boca y vestirse con moderno clasicismo para salir al escenario. A lo mejor nos premian por prueba tan excelsa de buena voluntad.

Archivado En