Crítica:

Festival de Eurovisión

El Festival de la Canción de Eurovisión celebra esta noche (20.45 horas, por el primer programa) bodas de plata. El certamen musical de las televisiones de Europa Occidental se transmitió por primera vez desde la ciudad suiza de Lugano, en 1956. La finalidad de este festival es, según la nota oficial de RTVE, «aunar a todas las televisiones europeas en un afán de amistad y competencia en pro de la música moderna» y «alentar la producción de canciones originales de calidad en el ámbito popular».Ninguno de estos dos objetivos se han cumplido en las últimas ediciones y el festival llega a su vigé...

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El Festival de la Canción de Eurovisión celebra esta noche (20.45 horas, por el primer programa) bodas de plata. El certamen musical de las televisiones de Europa Occidental se transmitió por primera vez desde la ciudad suiza de Lugano, en 1956. La finalidad de este festival es, según la nota oficial de RTVE, «aunar a todas las televisiones europeas en un afán de amistad y competencia en pro de la música moderna» y «alentar la producción de canciones originales de calidad en el ámbito popular».Ninguno de estos dos objetivos se han cumplido en las últimas ediciones y el festival llega a su vigésimo quinto año cansado y fustigado por toda la crítica europea. Sus canciones, lejos de ser populares, en la auténtica acepción de la palabra, y de calidad, pasan por los intereses de las multinacionales discográficas a la busca de un estribillo que se gane a los jurados en menos de tres minutos. De ahí que también este año se celebró en Bruselas la segunda edición del contrafestival no competitivo: conciertos de música alternativa y popular, con Lluis Llach, en representación de España, lejos del fragor de Massiel, sustituta in extremis de Serrat, que se había negado a cantar en castellano, y de la que la prensa de entonces escribió: «La gesta de Massiel en 1968, comparable a la de Zarra, Marcelino o Cristóbal Colón» (diario Arriba, 6 de marzo de 1977).

Israel, vencedor en las dos últimas ediciones (París, 1978, y Tel Aviv, 1979), renunció a organizar, como le correspondía, el festival, que será retransmitido en directo desde La Haya para las audiencias de toda Europa, en horario y día estelar de programación. Los diecinueve organismos de televisión intervendrán por el siguiente orden: Austria, Turquía, Grecia, Luxemburgo, Marruecos, Italia, Dinamarca, Suecia, Suiza, Finlandia, Noruega, República Federal de Alemania, Gran Bretaña, Portugal, Holanda, Francia, Irlanda, España y Bélgica.

El conjunto Trigo Limpio representará a RTVE con la canción Quédate esta noche. El jurado de Prado del Rey, integrado por catorce personas, será presidido por el locutor José Luis Uribarri. Marisa Medina hará las presentaciones y comunicará los resultados de la votación desde Madrid.

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