Ocho semanas, tiempo mínimo para preparar una maratón

El próximo lunes faltarán ocho semanas para la celebración de la maratón de Madrid, cuya tercera edición será el 18 de mayo. Ocho semanas es el tiempo mínimo para preparar una carrera de 42,195 kilómetros si no se tiene otro objetivo que el de llegar a la meta dentro del plazo previsto, que suele ser de cinco horas. Entrenarse para una maratón en menos tiempo está reservado para deportistas muy habituales.

Una persona sana y apta físicamente a un nivel medio puede llegar a correr una maratón entrenándose ocho semanas. Para ello se facilitan dos planes, uno intensivo y otro moderado, con...

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El próximo lunes faltarán ocho semanas para la celebración de la maratón de Madrid, cuya tercera edición será el 18 de mayo. Ocho semanas es el tiempo mínimo para preparar una carrera de 42,195 kilómetros si no se tiene otro objetivo que el de llegar a la meta dentro del plazo previsto, que suele ser de cinco horas. Entrenarse para una maratón en menos tiempo está reservado para deportistas muy habituales.

Una persona sana y apta físicamente a un nivel medio puede llegar a correr una maratón entrenándose ocho semanas. Para ello se facilitan dos planes, uno intensivo y otro moderado, con arreglo, más que a las posibilidades físicas de cada uno, ya que ambos se pueden soportar perfectamente, a la disponibilidad de tiempo libre. El plan intensivo, en el que se alternan días de descanso en las primeras semanas, ofrece mayores garantías de llegar a la nieta en menor tiempo que si se sigue el plan moderado, que es lo mínimo exigible en la preparación, pero que permitirá llegar en menos de cinco horas, o incluso de cuatro, según la constitución ya de cada uno.Consejos comunes para ambos planes son comenzar los entrenamientos en terrenos blandos para alternarlos luego con los duros y terminar la preparación exclusivamente sobre asfalto, que es por donde se desarrollará la maratón. Desde el comienzo conviene utilizar las zapatillas con las que se correrá el día de la prueba. Si se resiste el primer entrenamiento de cualquiera de los dos planes, el continuar es ya cuestión de voluntad. Las agujetas, normales en los primeros días, no deben ser impedimento para suspender los entrenamientos. Pueden aliviarse con productos farmacéuticos. Resulta conveniente realizar todos los entrenamientos a una misma hora, y los de la tercera, cuarta y quinta semana del plan moderado dobles, es decir, la mitad del tiempo o un poco más, por la mañana, y el resto, por la tarde. Los entrenamientos deben ir siempre encaminados a cubrir un determinado tiempo -el indicado en los planes-, sin tener nunca en cuenta la distancia recorrida. Lo recomendable es empezar con un trote que se sepa capaz de aguantar todo el tiempo, para ir progresivamente aumentando el ritmo en función de la mejora física que se va experimentando con los días. Imprescindible resulta un examen médico, aunque sea elemental.

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