El Madrid, desbordado en el segundo tiempo

El Real Madrid obtuvo un mal resultado ante el Celtic, y sus posibilidades de continuar en la Copa de Europa, que finalizará en su campo de Chamartín el próximo 28 de mayo, parecen muy remotas. Aunque contuvo a un equipo escocés muy precavido en la primera parte, se vio desbordado en la continuación ante el mayor empuje rival y fue incapaz en esos momentos de marcar el gol que estuvo a punto de conseguir anteriormente. Un fallo de García Remón al no retener un tiro del defensa Sneddon y otro por alto de toda la defensa permitieron al Celtic conseguir una valiosa victoria.Al Madrid sólo le falt...

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El Real Madrid obtuvo un mal resultado ante el Celtic, y sus posibilidades de continuar en la Copa de Europa, que finalizará en su campo de Chamartín el próximo 28 de mayo, parecen muy remotas. Aunque contuvo a un equipo escocés muy precavido en la primera parte, se vio desbordado en la continuación ante el mayor empuje rival y fue incapaz en esos momentos de marcar el gol que estuvo a punto de conseguir anteriormente. Un fallo de García Remón al no retener un tiro del defensa Sneddon y otro por alto de toda la defensa permitieron al Celtic conseguir una valiosa victoria.Al Madrid sólo le faltó, para redondear su magnífico primer tiempo, marcar el ansiado gol, de valor doble en campo contrario, en alguno de sus ataques. Si no lo logró fue precisamente porque no llegaron a ser contraataques en ningún momento. El Celtic, quepareció iniciar el acoso de rigor nada más iniciarse el juego, con un tiro rápido y cruzado de su extremo Doyle, no quiso arriesgar a continuación y planteó un juego con demasiadas precauciones. Quizá se reservaba para la continuación. El cuadro madridista, azul ayer, vio el cielo abierto con un equipo enfrente que ni siquira le marcaba encima, salvo en defensa. Está comprobado que al Madrid no le van los equipos peleones, y el primer Celtic no lo fue. Con un 4-4-2 muy miedoso, únicamente con Doyle y McCluskey delante, móviles, pero bien sujetados por Sabido y Benito, el cuadro local apenas volvió a crear peligro. Provan, extremo con antecedentes de figura, se echó demasiado atrás por la derecha, y Camacho no tuvo problemas para anularlo. El veterano Lennox pareció una sombra por la izquierda, pues Angel no le dejó tocar un balón a gusto. McLeod, el centrocampista más retrasado, fue entretenido entonces por García Hernández, y sólo Aitken, bastante marrullero, por cierto, se fue con relativo peligro adelante. Sin embargo, fue el peor parado en su emparejamiento particular con Del Bosque, gran lanzador inicialmente, al no ser marcado de cerca. Tras dos pases suyos, Cunningham y Santillana pudieron abrir el marcador.

Contenido y dominado el centro del campo, el Madrid no podía pasar apuros, pero en Copa de Europa las ocasiones hay que aprovecharlas y esa fue su perdición. La fortuna, en cambio, sí acompañó al Celtic a poco de comenzar la segunda parte y en cuanto cambió todo hay que decirlo, su ritmo de juego. Con más fuerza y ya con Provan de tercer delantero claro las buenas maneras apuntadas anteriormente por McCluskey empezaron a confirmarse al estar más apoyado. Antes de marcar el gol, al escapársele el balón demasiado ligero a García Remón, un enorme disparo suyo había probado la agilidad del guardameta madridista. El centro del campo del Madrid además empezó a perder fuerza, sobre todo por parte de García Hernández, y McLeod se creció, hasta ser el principal motor escocés.

Tras encajar el primer tanto, el Madrid trató de buscar el suyo, pero se olvidó de jugar por los extremos, algo ya habitual, y como el tiro lo tiene más olvidado todavía, chocó contra un frontón defensivo rival aún más asentado. En defensa, en cambio, el propio García Remón estuvo remiso en las salidas, y Sabido tuvo que salvar en la raya un cabezazo del peligroso Mc Cluskey, en el minuto 46. El Celtic, viendo esa debilidad rival, forzó el juego por alto, y el segundo gol, aparte de que al lateral Sneddon al igual que en el primer gol, no le siguió Cunningham, fue otro mazazo. Conviene no olvidar que al Celtic se le anuló un gol por falta en el salto del omnipresente McCluskey, en el minuto 58, y que el defensa libre McAdam cabeceó ligeramente alto, pero con toda tranquilidad, cinco después.

El resultado no pudo ser, por todo ello, más justo, pues el único peligro de toda la segunda parte, salvo un tiro esquinado de Cunningham y un cabezazo, fuera, de García Hernández, fue escocés. García Remón se lució dos veces más a tiros lejanos y evitó así que un resultado muy malo, sin gol favorable como en Oporto, se pusiera aún peor.

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