Automovilismo

Los errores del Rallye Costa Brava pueden costarle el coeficiente

Los errores cometidos por los organizadores del Rallye Internacional Costa Brava, carrera puntuable para el Campeonato de Europa con el máximo coeficiente, podrían costarle la pérdida de esa privilegiada situación que ha tenido este año. La cuantía y gravedad de los mismos rebajaron a la organización a un nivel impropioEl coche cero es un vehículo de la organización -había tres en el rallye- que recorre las pruebas especiales de velocidad sólo unos instantes antes de que éstas se celebren. Su fin es el de asegurar que no existe impedimento alguno para ello, y para que los espectadores -...

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Los errores cometidos por los organizadores del Rallye Internacional Costa Brava, carrera puntuable para el Campeonato de Europa con el máximo coeficiente, podrían costarle la pérdida de esa privilegiada situación que ha tenido este año. La cuantía y gravedad de los mismos rebajaron a la organización a un nivel impropioEl coche cero es un vehículo de la organización -había tres en el rallye- que recorre las pruebas especiales de velocidad sólo unos instantes antes de que éstas se celebren. Su fin es el de asegurar que no existe impedimento alguno para ello, y para que los espectadores -muchísimos en esta carrera- no crucen ya la carretera ni muevan sus vehículos, que deben quedar bien estacionados fuera de la calzada.

Al final, los tres coches cero se rompieron, y, en las últimas pruebas especiales de velocidad, Zanini tuvo que tomar la salida de las pruebas especiales consciente del gravísimo riesgo de encontrarse con coches o espectadores en medio de la carretera. Además, como las pruebas se celebraban de día y por carreteras de tierra -más espectaculares por sus cambios de rasante y desniveles-, y los espectadores saben que antes de que salga el primer coche participante pasa uno de estos coches cero -lo que les sirve para moverse y situarse hasta el último minuto-, el peligro era aún mayor.

Por otra parte, cuando se produjo un accidente en el primer tramo de velocidad de la última noche, en el que resultaron heridos varios espectadores, la ambulancia tardó muchísimo tiempo en llegar, porque, o no estaba en el lugar adecuado, o había sido bloqueada por los coches de los espectadores que habían acudido a presenciar el desarrollo de aquella prueba. Ninguna de las dos cosas debería haber ocurrido, y, en aquellas circunstancias -la carretera no había sido cortada al tráfico con la suficiente antelación-, quizá hubiese sido mejor suspenderla.

Finalmente, a resultas de dicho incidente, el participante implicado en el mismo, que llegó con retraso a un control, fue absurda e improcedente -según el reglamento-, excluido de la competición por el director de carrera.

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