Steve Cauthen, uno de los mejores jinetes del mundo, fracasó en Europa

El jinete norteamericano Steve Cauthen, considerado como uno de los mejores del mundo a sus diecinueve años, parece que va a regresar a su pais y no va a renovar su contrato con el preparador inglés Barry Hills, que le trajo hace un año a Europa. Steve no se adaptó muy bien a la forma de correr en el viejo continente y, por ello, casi con seguridad, limitará su carrera a los hipódromos americanos, de los que llegó convertido en un gran campeón.

Steve, el Chaval, como se le conoce familiarmente en el mundo de las carreras de caballos, nació en una familia dedicada al pura sangre. ...

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El jinete norteamericano Steve Cauthen, considerado como uno de los mejores del mundo a sus diecinueve años, parece que va a regresar a su pais y no va a renovar su contrato con el preparador inglés Barry Hills, que le trajo hace un año a Europa. Steve no se adaptó muy bien a la forma de correr en el viejo continente y, por ello, casi con seguridad, limitará su carrera a los hipódromos americanos, de los que llegó convertido en un gran campeón.

Steve, el Chaval, como se le conoce familiarmente en el mundo de las carreras de caballos, nació en una familia dedicada al pura sangre. Su padre era herrador en Kentucky, ciudad famosa por su hipódromo. Desde muy pequeño, Cauthen comenzó a montar y en cuanto tuvo la edad reglamentaria debutó en carreras. Su entrenador vio en él unas buenas cualidades, pero lo que nadie pensó es que a los dieciocho años iba a batir todos los récords. En 1977 ganó 487 carreras y alcanzó una cantidad superior a los treinta millones de pesetas en premios. Ese mismo año, varias revistas americanas le eligieron como uno de los mejores deportistas. Al comienzo de su carrera se comparó a Steve con el gran caballo Seattle SIew, «el Invencible», y con él compartió muchos galardones. Los honores para Seattle Slew acabaron, pero no así para Cauthen, que sigue siendo uno de los mejores jinetes del mundo, con una importante carrera a la vista.Las carreras en América son muy distintas a las de Europa. Las diferencias comienzan en el aprendizaje al que son sometidos los futuros jinetes. Los profesionales en América pueden montar en diez o doce carreras en un día, durante 365 días al año. Pueden tomar parte en las pruebas de California, Nueva York o Florida; competir en un sitio por la mañana, coger el avión o el helicóptero y, por la noche, estar en otro.

En Estados Unidos se monta mucho más que en Europa, de ahí que los jinetes tengan más posibilidades de ganar mayor cantidad de dinero que en el viejo continente. En los hipódromos americanos se plantean las carreras también de forma distinta. Los caballos galopan fuertemente desde el principio hasta el final. En Inglaterra se mide más el esfuerzo y se hace honor a la flema inglesa, cosa que, naturalmente, no ocurre en América. A Cauthen le ilusionó, hace un año, venir a Europa y compqtir con jinetes de la talla de Lester Piggott, por sólo citar alguno. Piggott, precisamente, ha sido el que ha escrito el prólogo en el libro que se ha editado sobre Cauthen. El jinete inglés dice del americano que es, ante todoun «chaval» muy natural, con la suerte de poder hacer lo que ningún jinete ha hecho: tuvo una gran oportunidad y supo aprovecharla. Piggott dice también de Cauthen que no sabe si es mejor que él, porque son diametralmente opuestos, a caballo.

En Inglaterra, Cauthen estuvo en la cuadra de Barry Hills, conocido entrenador americano, que le contrató después de que el Chaval se enfadara con Lenny Goodman, manager suyo durante muchos años. Hay quien dice que Steve vino a Europa para demostrarle que se podía valer por sí solo. Goodman es uno de los agentes más conocidos de Estados Unidos y llevó los asuntos de Cauthen tras perder a su gran jinéte Braulio Baeza. Hizo de el Chaval todo un rey de las carreras.

De su victoria en la Triple Corona americana es de la que Steve se encuentra más satisfecho, pues no hay galardón más importante para unjinete americano. Este triunfo se lo debe, en parte, a Affirmed, uno de los mejores caballos que ha tenido Estados Unidos en los últimos años. Affirmed batió a Alydard en el ya legendario Preakness, en el Acueducto. Entonces se enfrentó, a la vez, al que ha sido durante mucho tiempo su mayor enemigo, el puertorriqueño Jorge Velázquez.

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