La Federación y el comité de Arbitros no recibirán a la ANAFE
La Federación Española de Fútbol y el Comité Nacional de Árbitros no responderán a las cartas que días pasados recibieron de la Asociación Nacional de Arbitros de Fútbol Españoles (ANAFE), por las que ésta solicitaba entrevistarse con los presidentes de los dos respectivos organismos federativos. La ANAFE, una vez decidida su constitución y elegida su primera junta directiva provisional, acordó solicitar sendas entrevistas con Porta y Plaza para informarles de su asociación.La negativa de la Federación Española y del Comité Nacional de Arbitros en contestar a las cartas recibidas de la ANAFE s...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La Federación Española de Fútbol y el Comité Nacional de Árbitros no responderán a las cartas que días pasados recibieron de la Asociación Nacional de Arbitros de Fútbol Españoles (ANAFE), por las que ésta solicitaba entrevistarse con los presidentes de los dos respectivos organismos federativos. La ANAFE, una vez decidida su constitución y elegida su primera junta directiva provisional, acordó solicitar sendas entrevistas con Porta y Plaza para informarles de su asociación.La negativa de la Federación Española y del Comité Nacional de Arbitros en contestar a las cartas recibidas de la ANAFE se debe a que los organismos federativos no reconocen a la asociación de los colegiados porque ello supondría una clara contradicción en opinión federativa. La Federación Española cuenta en su organigrama con el Comité Nacional de Arbitros como un organismo técnico subordinado. Reconocer la ANAFE supondría rechazar o ignorar el Comité. Estas razones fueron precisamente las aducidas por la Federación Española y el Comité Nacional de Arbitros para mostrar su disconformidad con la ANAFE.
La ANAFE, por otra parte, según los miembros de su junta directiva provisional, intenta por todos los medios recalcar que no quieren «guerra fría» alguna con la Federación Española y el Comité Nacional de Arbitros, y consideran que unos y otros son compatibles y que la ANAFE no supone ni intenta convertirse en oposición alguna. Estas mismas circunstancias se sucedieron con la Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol (ANEF), a la que la Federación Española no reconoce su existencia a pesar de que fue constituida hace más de año y medio. La ANEF no ejerce la fuerza y la presión necesaria para obtener sus reivindicaciones por la falta de unidad que caracteriza a este estamento futbolístico.
La ANAFE, de todos modos, y pese a la posición de ignorancia de los organismos oficiales, continúa realizando sus gestiones y trámites correspondientes para formalizar jurídicamente su asociación. Por otra parte, según alguno de sus directivos, más de mil colegiados, lo mismo de categoría nacional que regional, esperan la aprobación definitiva y oficial de la ANAFE para hacerse socios de la misma. De esa forma, los árbitros afiliados pasarían a acercarse casi a los 1.500, de los 7.000 que forman actualmente el arbitraje.
Todos los árbitros han recibido una ficha de afiliación a la ANAFE, para que la cumplimenten si desean convertirse en miembros de la misma. Precisamente por este motivo, la junta directiva provisional de la ANAFE decidió constituir una especie de coordinadores locales en los diferentes colegios regionales de árbitros, con la finalidad de agilizar las inscripciones de nuevos socios.
La Asociación Nacional de Arbitros de Fútbol Españoles, por otra parte, es posible que trate la forma en que se impuso una sanción de un mes al colegiado asturiano de Primera División Acebal Pezón, por su arbitraje en el partido Málaga-Madrid. Cabe la posibilidad de que la decisión haya sido adoptada de forma antirreglamentaria.