El sector tradicionalista retira su candidatura para la dirección del PNV de Vizcaya

La candidatura «continuista» auspiciada por Antón Ormaza, de cara a la asamblea que debe elegir mañana la nueva dirección del PNV en Vizcaya, anunció ayer, en rueda de prensa celebrada en Bilbao, su intención de retirarse como tal candidatura, a fin de «evitar que el clima de enfrentamiento interno siga deteriorando la imagen del partido».

Aunque no son totalmente descartables reacciones de última hora por parte de los sectores más tradicionales del partido -identificados con el ala Ormaza-, la decisión anunciada ayer parece dejar vía libre a la lista que, encabezada por Xabier Arzallus...

La candidatura «continuista» auspiciada por Antón Ormaza, de cara a la asamblea que debe elegir mañana la nueva dirección del PNV en Vizcaya, anunció ayer, en rueda de prensa celebrada en Bilbao, su intención de retirarse como tal candidatura, a fin de «evitar que el clima de enfrentamiento interno siga deteriorando la imagen del partido».

Aunque no son totalmente descartables reacciones de última hora por parte de los sectores más tradicionales del partido -identificados con el ala Ormaza-, la decisión anunciada ayer parece dejar vía libre a la lista que, encabezada por Xabier Arzallus y apoyada por la mayoría de los parlamentarios nacionalistas, se presenta bajo el estandarte de la modernización y renovación internas.Josu Arenaza, cabeza de la lista del sector Ormaza, explicó que su decisión se había visto precipitada por la aparición en el diario Deia de una carta firmada por la viuda de Solaun (presidente hasta su reciente fallecimiento del Tribunal Supremo del PNV), en la que «se vierten graves acusaciones que lesionan mi figura como afiliado, como persona e incluso como médico». Durante las últimas semanas, el debate interno del partido se había centrado en la interpretación de los estatutos respecto al sistema de representación,

El Tribunal Supremo, que presidía Solaun, había zanjado la cuestión, estableciendo un criterio de «proporcionalidad atenuada» que otorgaba uno, dos o tres votos a cada delegado en función del número de afiliados de la junta municipal a que representase. Esta decisión fue inmediatamente impugnada por el sector Ormaza, en base, por una parte, a la filosofía confederal del partido, según la cual, todas las juntas tendrían el mismo peso en las decisiones, independientemente del número de militantes, y, por otra, a la consideración de que tal decisión no correspondía al Tribunal Supremo, sino al Tribunal Regional de Vizcaya.

En su carta, la viuda de Solaun hace mención a las presiones recibidas por su marido, ya gravemente enfermo, por parte de personas significativas del sector Ormaza. La carta, que cita expresamente una llamada telefónica de Josu Arenaza. finaliza relatando cómo con ocasión de la repentina agravación en el estado de salud de Jesús Solaun, su mujer acudió a pedir ayuda a una de las sedes del partido en Bilbao. «Vinieron», dice la carta. «dos médicos que le atendieron con cariño. Había otro en la sala que ni se movió.» Este tercer médico era Josu Arenaza.

Sin embargo, la causa del abandono de la candidatura encabezada por éste no es tanto la carta en sí «como la postura de Deia, que había prometido neutralidad y que la ha roto al publicar esa carta y negarse a publicar mi rectificación, según explicó Arenaza. Hay que recordar, al respecto, que el sector Ormaza no ha ocultado nunca sus reticencias ante la línea del diario Deia -órgano más o menos oficioso del partido-, al que considera demasiado «cosmopolita» y más favorable a las posiciones de Arzallus que a las suyas propias. De hecho, el Bizkai Buru Batzar, en el que todavía es ampliamente mayoritario el sector Ormaza, acordó en su pleno de la semana pasada proponer a la dirección nacional la celebración, en el mes de febrero, de una asamblea.