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Las derrotas iniciales

del Ejército israelí en la guerra del Yom Kipur, en 1973, produjeron en Golda Meir un sentimiento de culpabilidad que es tuvo a punto de conducirla al suicidio. Según ha revelado Jacob Chazan, líder, en la actualidad retirado, de la facción Mapam del Partido Laborista israelí, la antigua primera ministra de Israel le confió sus pensamientos de suicidio el año pasado, cuando se encontraba en su lecho de muerte. Chazan, de ochenta años de edad, repitió las palabras que le dijo Golda Meir poco antes de morir: «Tú sabes que durante el Yom Kipur estuve muy cerca del suicidio. Sabía que cualq...

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del Ejército israelí en la guerra del Yom Kipur, en 1973, produjeron en Golda Meir un sentimiento de culpabilidad que es tuvo a punto de conducirla al suicidio. Según ha revelado Jacob Chazan, líder, en la actualidad retirado, de la facción Mapam del Partido Laborista israelí, la antigua primera ministra de Israel le confió sus pensamientos de suicidio el año pasado, cuando se encontraba en su lecho de muerte. Chazan, de ochenta años de edad, repitió las palabras que le dijo Golda Meir poco antes de morir: «Tú sabes que durante el Yom Kipur estuve muy cerca del suicidio. Sabía que cualquier tribunal me habría absuelto de responsabilidad por tan terrible error. Pero yo no pude liberarme a mí misma de culpa.» La señora Meir dijo a Chazan que finalmente abandonó la idea del suicidio «sin sentido de la responsabilidad, sin considerar los efectos que tendría sobre los jóvenes soldados y sobre la nación entera. Pero mi auténtica vida acabó entonces». La única hermana viva de Golda Meir, Clara Stern, ha confirmado que la gran dama de la política israelí llevaba siempre una pastiIla de veneno encima para usarlo en caso de que fuera capturada por terroristas.

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