Para el Barcelona, trámite
El Barcelona espera tranquilamente en su concentración de Vallvidrera a que transcurran las horas que faltan hasta el trámite de la Recopa de esta noche frente al campeón luxemburgués, el Aris Bonnevois. El partido comenzará a las nueve menos cuarto, con arbitraje del portugués Mario da Silva Luis. La entrada es gratuita para los socios y hay precios populares en taqui con el ánimo de interesar al público barcelonés ante este poco atractivo partido.Joaquín Rifé ha concentrado a los siguientes jugadores: Huguet, Artola, Canito, Carrasco, Costas, De la Cruz, Esteban, Heredia, Krankl, Landáburu, ...
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El Barcelona espera tranquilamente en su concentración de Vallvidrera a que transcurran las horas que faltan hasta el trámite de la Recopa de esta noche frente al campeón luxemburgués, el Aris Bonnevois. El partido comenzará a las nueve menos cuarto, con arbitraje del portugués Mario da Silva Luis. La entrada es gratuita para los socios y hay precios populares en taqui con el ánimo de interesar al público barcelonés ante este poco atractivo partido.Joaquín Rifé ha concentrado a los siguientes jugadores: Huguet, Artola, Canito, Carrasco, Costas, De la Cruz, Esteban, Heredia, Krankl, Landáburu, Miguel¡, Olmo, Rexach, Sánchez, Serrat y Zuviría. Teniendo en cuenta las forzadas bajas de Asensi y Simonssen, lo más probable es que el técnico barcelonista haga jugar a Huguet; Serrat, Migueli, Olmo, Zuviría; Sánchez, Canito, Landáburu; Heredia, Krankl y Carrasco. Se tiene la convicción de que en la segunda parte podrá entrar Esteban en la vanguardia azulgrana.
El campeón luxemburgués llegó anoche a Barcelona con el convencimiento de que nada podía hacer en esta eliminatoria de la Recopa, tras el 1-4 que le endosó el equipo catalán en el partido de ida. Las aspiraciones de los modestos jugadores del Aris se centran en evitar la goleada y causar una buena impresión en lo que estiman su despedida de las competiciones europeas en esta temporada. El Aris tuvo además problemas en su desplazamiento a Barcelona, llegó con mucho retraso a la Ciudad Condal y se vio obligado a trastocar sus planes de entrenamiento nocturno en el estadio barcelonista.
Como anécdota que explica con claridad el ánimo de los modestos luxemburgueses, cabe señalar que su portero manifestó darse por satisfecho si encaja hasta un máximo de seis goles.