Denuncian a miembros del comité del PC asturiano

Los ocho dirigentes comunistas avilesinos dimisionarios pretenden «sentar en el banquillo» de la comisión de garantías y control a algunos miembros del comité regional del PCE, entre ellos al secretario general, Gerardo Iglesias, por supuestas irregularidades. El «grupo de los ocho» ha dirigido su denuncia a la comisión estatal de garantías y control del partido, alegando que el PCA no existe mientras no se celebre el congreso regional constituyente. En su escrito, los ex dirigentes de Avilés acusan al secretario general del PCE de Asturias, Gerardo Iglesias, de haberse saltado, en ocasion...

Los ocho dirigentes comunistas avilesinos dimisionarios pretenden «sentar en el banquillo» de la comisión de garantías y control a algunos miembros del comité regional del PCE, entre ellos al secretario general, Gerardo Iglesias, por supuestas irregularidades. El «grupo de los ocho» ha dirigido su denuncia a la comisión estatal de garantías y control del partido, alegando que el PCA no existe mientras no se celebre el congreso regional constituyente. En su escrito, los ex dirigentes de Avilés acusan al secretario general del PCE de Asturias, Gerardo Iglesias, de haberse saltado, en ocasiones, los cauces orgánicos del partido: advierten la posible vinculación de algunos dirigentes regionales a la multinacional Maconde, e insisten en la escasa incidencia del partido en sectores como el de la mujer, y en el movimiento ciudadano y la cultura. Si prospera la denuncia, será la primera vez en la historia del partido que un grupo de militantes consigue sentar a un secretario general ante la comisión estatal de garantías y control del PCE. En la reunión mantenida por miembros del comité regional con el comité comarcal y el «grupo de los ocho», Francisco Javier Suárez, secretario general de CCOO y dirigente regional del PCE, aseguró no haber oído hablar jamás de Mancode. Manuel Menéndez Quitero, hombre fuerte de la línea oficial del PCE en Avilés, acusó a los «nuevos disidentes» de agotamiento revolucionario, y Gerardo Iglesias, de «crispar el partido».