La aptitud física, determinante para acceder a las escuelas deportivas

El deporte español se ha lanzado a la búsqueda de nuevos valores. El criterio que se va a seguir para decir quién vale e intentar hacer de él un deportista de élite será establecido a través de unas pruebas de carácter físico. La base de esa primera promoción de superatletas serán niños y niñas de diez años que, generalmente, darán una aptitud física muy superior a la que les corresponde por edad.Los centros de iniciación deportiva cubrirán toda la geografía española para octubre de 1981. Este año se abrirán los de Madrid, Barcelona, Canarias, La Coruña, Asturias, Vizcaya, Guipúzcoa, Zaragoza,...

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El deporte español se ha lanzado a la búsqueda de nuevos valores. El criterio que se va a seguir para decir quién vale e intentar hacer de él un deportista de élite será establecido a través de unas pruebas de carácter físico. La base de esa primera promoción de superatletas serán niños y niñas de diez años que, generalmente, darán una aptitud física muy superior a la que les corresponde por edad.Los centros de iniciación deportiva cubrirán toda la geografía española para octubre de 1981. Este año se abrirán los de Madrid, Barcelona, Canarias, La Coruña, Asturias, Vizcaya, Guipúzcoa, Zaragoza, Salamanca, Valencia, Alicante, Granada y Sevilla. Los cursos tendrán régimen de estancia externo, y aquellos alumnos que no residan en la ciudad en que esté ubicado el centro serán trasladados desde su lugar de residencia en autobús. Todos los gastos irán cubiertos por el Consejo General de Deportes. La única exigencia será la de mantener un rendimiento escolar adecuado para no causar baja o, lógicamente, mostrar insuficiente progresión deportiva.

El examen de ingreso se basará en pruebas motoras y funcionales, que se completará con un examen antropométrico. La aplicación de determinados baremos dará una puntuación final. Los que alcancen las notas más altas pasarán a esas escuelas deportivas, donde se formarán para la especialidad más acorde con su capacidad.

Pruebas motoras y funcionales

Las pruebas motoras comprenderán ejercicios de abdominales para medir la fuerza y resistencia de dichos músculos, flexión profunda del cuerpo para medir la flexibilídad de las principales articulaciones corporales, salto vertical para medir la potencia de los músculos extensores de las piernas, carrera de cuarenta metros lisos lanzados para medir la velocidad, suspensiones con brazos flexionados para medir la fuerza y resistencia de los músculos extensores y de los del cinturón escápulo-humeral, salto horizontal para medir la coordinación general, lanzamiento de balón medicinal para medir la potencia muscular y las condiciones biomecánicas, y carrera de mil metros para medir la resistencia.

Las pruebas funcionales consistirán en el test de Harvard para medir la capacidad de adaptación y de recuperación cardiovascular-respiratoria al esfuerzo, en la medición de la capacidad vital, en el estudio toncimiométrico para medir el tono muscular en desconcentración y contracción, y en probar la capacidad de trabajo físico para estimar la capacidad aeróbica.

A los alumnos se les seguirá detenidamente a lo largo de cuatro años, y unas cartillas con valoraciones diversas serán muestra de su evolución deportiva. A los catorce años habrán practicado deportes individuales y de asociación, y se encontrarán en disposición de especializarse en uno de ellos, tras un previo informe médico y psicológico. Los resultados de este plan está previsto que sean a largo plazo. El mínimo establecido son diez años.

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