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Clemente Domínguez,

el papa-vidente de El Palmar de Troya, se encuentra de gira veraniega por Galicia. Primero visitó la tumba del apóstol Santiago, de la catedral de Santiago de Compostela, situación que aprovechó también para impartir una improvisada y rápida bendición a las personas que en aquel momento se encontraban en el templo, después de dirigir un brevísimo discurso en latín, cuyo contenido no se ha podido conocer. Los presentes se quedaron sorprendidos. Pero la sorpresa tuvo aún posibilidades de aumentar cuando los paseantes vieron cómo el papa-vidente y los doce obispos que le acompañaban...

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el papa-vidente de El Palmar de Troya, se encuentra de gira veraniega por Galicia. Primero visitó la tumba del apóstol Santiago, de la catedral de Santiago de Compostela, situación que aprovechó también para impartir una improvisada y rápida bendición a las personas que en aquel momento se encontraban en el templo, después de dirigir un brevísimo discurso en latín, cuyo contenido no se ha podido conocer. Los presentes se quedaron sorprendidos. Pero la sorpresa tuvo aún posibilidades de aumentar cuando los paseantes vieron cómo el papa-vidente y los doce obispos que le acompañaban terminaban el peregrinaje en un bar de la calle del Franco (lugar preferido para el paseo por los estudiantes de Santiago) y tomaban un café en la barra, revestidos de las vestimentas litúrgicas. Después se embarcaron en una furgoneta de color amarillo. La siguiente escala tendría lugar en El Ferrol, con el objeto de visitar la casa natal del general Franco. El portero de la vivienda se resistió. «Esto es una propiedad particular y no se admiten visitas», dijo. Clemente, mientras tanto, trataba de que se hiciera una excepción: «Somos muy devotos de Franco y lo queremos mucho», argumentó.

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