Aumenta el poderío de Saporta en el baloncesto español

Con el giro que en estos días se está produciendo en el baloncesto español, en forma de cambios de entrenadores, responsables de los clubs, actividad de la selección, etcétera, hay que señalar el hecho de que, con la posible decadencia del Real Madrid y la subida de enteros de Tempus y Barcelona, el poderío de Raimundo Saporta dentro, del deporte de la canasta en España alcanza cotas más altas y, evidentemente, su dominio se acentúa hasta el punto de que la selección nacional, asi como la mayoría de los clubs, están bajo los hilos que él acciona. Si siempre fue Saporta el hombre fuerte del bal...

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Con el giro que en estos días se está produciendo en el baloncesto español, en forma de cambios de entrenadores, responsables de los clubs, actividad de la selección, etcétera, hay que señalar el hecho de que, con la posible decadencia del Real Madrid y la subida de enteros de Tempus y Barcelona, el poderío de Raimundo Saporta dentro, del deporte de la canasta en España alcanza cotas más altas y, evidentemente, su dominio se acentúa hasta el punto de que la selección nacional, asi como la mayoría de los clubs, están bajo los hilos que él acciona. Si siempre fue Saporta el hombre fuerte del baloncesto español, ahora su poder alcanza límites insospechados.

Terminó la temporada antes de lo habitual, porque así lo exigían las necesidades de la selección nacional, de la que, como se sabe, es máximo y único responsable Raimundo Saporta. El equipo español tuvo un serio tropiezo en el último europeo de Bélgica y perdió la máxima categoría europea. Esto le obliga a recuperarla este año, por lo que tendrá que jugar primero el europeo B en Grecia y, si logra estar entre los cuatro primeros, disputar el A poco después en Italia. Es, a nivel internacional, la penúltima gestión de Saporta con la selección, ya que la última meta es participar en los Juegos Olímpicos de Moscú.

Los madridistas, desconcertados

En esta recién terminada temporada se dejaron ver algunos síntomas acerca del giro que en un futuro no muy lejano tomará el baloncesto español. Por un lado, asoman síntomas claros de la decadencia del Real Madrid. El imperio madridista parece que va hacia abajo y, naturalmente, no tardará en decirse que se debe a la marcha del club de Saporta. Efectivamente, el Madrid 1978 1979 no hizo nada del otro mundo. Su único resultado meritorio fue empatar con el Joventut en la Liga, en el partido de Badalona. Los tropiezos del Barcelona y del propio Joventut le permitieron alzarse con el título de Liga. Después, en la Copa de Europa, perdió con Bosna, Maccabi y Emerson, con éste por dos veces, y quedó fuera de la final. El Tempus lo eliminó de la Copa de España. Ahora puede optar por relevar el equipo, pero tiene serios problemas a la hora de decidir de quiénes prescindirá. Los jugadores blancos mantienen periódicos contactos con Saporta y no hay que olvidar que su entrenador, Lolo Sainz, es hombre muy vinculado con Saporta.También en el Barcelona «colocó» Saporta a uno de sus hombres, Jordi Bonaréu, como máximo responsable de la sección de baloncesto. Bonaréu fue quien anunció oficialmente el fichaje del internacional del Joventut Juan Ramón Fernández, jugador que ya quiso fichar Saporta en su día para el Madrid. El nuevo entrenador del cuadro azulgrana, Antonio Serra, fue seleccionador juvenil a las órdenes de Saporta.

Lluis, segundo entrenador de la selección senior y, por tanto, hombre que depende directamente de Saporta, será el nuevo entrenador del Joventut, y todo parece indicar que esta vuelta de Lluis, después de. unos años de ausencia, le convertirán en el .hombre fuerte del conjunto de Badalona.

Los dos equipos revelación de este año -Estudiantes y Cotonificio-, que técnicamente llevan la escuela del Ramiro de Maeztu, a través de sus dos preparadores, Jesús Codina y Aíto García Reneses, se ven a través de éstos estrechamente relacionados también con Saporta. Por un lado, Codina fue de los diez hombres en que Saporta confió para la gestión de la AEBI, ya que fue de su junta directiva durante bastante tiempo. Por otro, Aíto es en la actualidad seleccionador juvenil, por lo que depende directamente de Saporta.

Resulta, pues, espectacular el observar uórno un solo hombre, enamorado, eso sí, del baloncesto, de «su» baloncesto, «abraza» en una piña todo el estamento ba loncestístico. Este poderío, este dominio, este tener a «sus» hom bres repartidos estratégicamente le permitirá, sin duda, seguir como dueño y señor del baloncest y organizar el Mundial-82. Du rante este tiempo, ninguno de estos clubs creará problemas de ningún tipo, ni pondrá obstáculos para que sus jugadores acudan a las distintas selecciones, ni...

Ahora empiezan a preguntarse muchos si de verdad Saporta ya no tiene nada que ver con el Madrid de baloncesto. EL PAIS lo anunció el pasado verano en una información bajo el título: Saporta prepara su nuevo equipo. El Tempus, con Saporta como cerebro, jugará ahora sus bazas para poner al Madrid entre la espada y la pared a la hora del intercambio de jugadores y en este aspecto hay que señalar que Bonareu, nuevo responsable baloncestístico azulgrana, sufre o quiere sufrir algún despiste al decir que el Barcelona tiene intención de hacer un segundo equipo a semejanza de lo que es el Tempus para el Madrid.

Preocupa la sucesión en 1981

La pregunta, seria y grave que surge ahora es si Saporta dejará, en 1980, a todas las selecciones nacionales -que es lo mismo que decir al baloncesto español- en la misma situación que dejó, aún no hace un año, al Madrid, sin saber exactamente qué hacer, después de estar más de diez años -salvo el paréntesis del año 1972- monopolizando y acaparando todo lo concerniente a las selecciones nacionales. Y la primera laguna ya asoma en los equipos nacionales femeninos, que están más o menos igual que hace unos años y que ahora entran en un lamentable punto muerto que salvo sorpresa se mantendrá hasta 1981 como mínimo.Junto a la apuntada y posible decadencia del Madrid hay que insistir en la lógica ascensión del Tempus -juventud, centímetros y fuerza- con Ignacio Pinedo -un gran técnico e íntimo amigo de Saporta además de seleccionador junior- al frente, equipo en el que todavía está por ver quién se marchará al Madrid y la subida de enteros del Barcelona con gente joven -Epi, Solozábal, Ansa, Sibilio, J. R. Fernández- y experta bajo la batuta de Bonareu fuera de la cancha y Antonio Serra dentro de ella, hombre trabajador y experto en las tareas del banquillo. El baloncesto español entra en una interesante y expectante fase y habrá que estar atentos a los giros que pueda dar, eso sí, siempre alrededor de su alma mater, Raimundo Saporta.

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