Fraga abandona sus cargos en Alianza Popular y permanece como diputado

Manuel Fraga, secretario general de Alianza Popular (AP) y líder, junto con José María de Areilza y Alfonso Osorio, de Coalición Democrática (CD), ha decidido renunciar a sus cargos en el partido y permanecer en el escaño como diputado. «Mantengo mi fe profunda en los destinos de la nación española, e intentaré servirla ahora, como simple y humilde ciudadano», afirma el señor Fraga en una carta dirigida a Félix Pastor, presidente del Partido Unido de AP.

La decisión del señor Fraga ha causado sorpresa en medios de CD. Sólo el señor Pastor Ridruejo mantuvo la duda, durante la semana pasa...

Manuel Fraga, secretario general de Alianza Popular (AP) y líder, junto con José María de Areilza y Alfonso Osorio, de Coalición Democrática (CD), ha decidido renunciar a sus cargos en el partido y permanecer en el escaño como diputado. «Mantengo mi fe profunda en los destinos de la nación española, e intentaré servirla ahora, como simple y humilde ciudadano», afirma el señor Fraga en una carta dirigida a Félix Pastor, presidente del Partido Unido de AP.

La decisión del señor Fraga ha causado sorpresa en medios de CD. Sólo el señor Pastor Ridruejo mantuvo la duda, durante la semana pasada, respecto a la decisión final del líder aliancista. El resto de las personas consultadas se mostraron convencidas de que la renuncia era total, y el apartamiento de la política, completo.Algunas de las personas que hablaron con el señor Fraga en los últimos días trasladaron a EL PAIS la seguridad de que su decisión era firme, «salvo que esté jugando a gallego, cosa que no suele hacer». Incluso se afirmó que «o es un gran actor o su propósito de retirarse es irreversible».

El señor Pastor Ridruejo parece una de las pocas personas que ha conocido «el secreto» del señor Fraga, en el supuesto de que, tal y como parece, todo haya sido una jugada política de indudable habilidad para crear expectativas entre algunos de los hombres políticos de la propia CD y tener la oportunidad de conocer mejor sus propósitos políticos.

Si esta tesis no fuese cierta, las fuentes consultadas coinciden en afirmar que ha habido un cambio de decisión durante el fin de semana. Sin duda alguna, el señor Pastor Ridruejo es uno de los hombres que más ha presionado para evitar la marcha del señor Fraga, convencido de que su renuncia a la vida política suponía la evaporación casi fulminante de Alianza Popular.

Al mismo tiempo que se anuncia la permanencia en el escaño del señor Fraga, se mantiene el frenazo a la posibilidad de crear un partido único con los tres grupos que integran CD. Esta postura parte, fundamentalmente, de los cuadros directivos de AP, que prefieren «serenar los ánimos después de estos acontecimientos y tomar decisiones más tarde».

Los términos de la carta que el señor Fraga ha dirigido al señor Pastor Ridruejo han suscitado dudas entre personas responsables de CD. Afirmaciones como que no se ha atendido «nuestra razonable petición de un Gobierno neutral, pero es lo cierto que, por segunda vez, el resultado electoral nos ha sido adverso», o bien, «mucho me gustaría equivocarme, pero los problemas siguen ahí, y muy serios. Si el Gobierno de UCD los va a afrontar, prefiero que nadie pueda atribuirme el que se le pongan dificultades», dejan en la nebulosa la posibilidad de que el señor Fraga desee actuar como portavoz del grupo parlamentario que puede formar CD si, como parece, se reduce el número de diputados exigidos en la anterior legislatura.

El señor Pastor Ridruejo afirmó anoche que la declaración del señor Fraga «no tiene más alcance que el de sus términos textuales»,y que, «por definición, toda renuncia es estricta, por lo que no cabe pensar que desea renunciar también a ser portavoz del grupo parlamentario». «Lo que Fraga desea -añadió-, es concentrarse en una labor y no quemarse con un trabajo agotador.»

El señor Fraga, en su carta, comenta que «he intentado por dos veces la creación de una fuerza política a la vez conservadora y reformista. (...) La experiencia ha demostrado que la actitud del Gobierno y sus poderosos medios de presión han hecho poco viable (en las actuales circunstancias) el proyecto».

«Lo sigo creyendo necesario -añade- para el equilibrio de España, pero creo que hay que dar a otros la oportunidad de emprenderlo con mayor acierto y fortuna.»