Elecciones 1979

Expectación ante las posibles combinaciones para formar Gobierno

El resultado de las elecciones que se celebran hoy, combinado con lo que salga de las urnas el 3 de marzo, contribuirá decisivamente a despejar la incógnita del primer Gobierno designado con arreglo a la Constitución. La expectación se centra en el respaldo parlamentario con que contará el nuevo Gabinete. Según las fuentes consultadas por EL PAIS, el abanico de posibilidades se extiende desde Gobierno en solitario UCD o PSOE -aun sin obtener la difícil mayoría absoluta- hasta coaliciones diversas, sin excluir «la gran coalición» UCD-PSOE. En todo caso, no habrá nuevo presidente de Gobierno ant...

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El resultado de las elecciones que se celebran hoy, combinado con lo que salga de las urnas el 3 de marzo, contribuirá decisivamente a despejar la incógnita del primer Gobierno designado con arreglo a la Constitución. La expectación se centra en el respaldo parlamentario con que contará el nuevo Gabinete. Según las fuentes consultadas por EL PAIS, el abanico de posibilidades se extiende desde Gobierno en solitario UCD o PSOE -aun sin obtener la difícil mayoría absoluta- hasta coaliciones diversas, sin excluir «la gran coalición» UCD-PSOE. En todo caso, no habrá nuevo presidente de Gobierno antes de abril.

Sea cual sea el resultado de los comicios legislativos, parece seguro que la «previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria» para la propuesta de un candidato a la Presidencia del Gobierno la iniciará el Rey de facto inmediatamente. Fuentes del disuelto Parlamento, que participaron muy directamente en la redacción del artículo 99 de la Constitución, hicieron ver que la alusión a los grupos políticos, en lugar de a los grupos parlamentarios, se hizo para evitar que las formalidades reglamentarias para la constitución de estos últimos pudieran retrasar el comienzo de las consultas por parte del Monarca.Sin embargo, la propuesta del candidato no podrá hacerse hasta que se haya constituido el Congreso de los Diputados, ya que, de acuerdo con el mismo artículo, dicha propuesta debe realizarla necesariamente el Rey «a través del presidente del Congreso». El Congreso electo, por otra parte, «deberá ser convocado -artículo 68, 6- dentro de los veinticinco días siguientes a la celebración de las elecciones".

En todo caso, el día 26 de marzo estará constituido el Congreso y el Rey podrá formalmente proponer el candidato a jefe del Gobierno. Sin embargo, teniendo en cuenta la inminencia de las elecciones locales, y dado que la Constitución no fija plazo para la presentación de dicha candidatura, la propuesta no se producirá antes del 3 de abril.

El procedimiento constitucional para que el Congreso otorgue su confianza al candidato real, tras la exposición por éste de su programa, es la obtención de la mayoría absoluta de votos favorables -176- y, de no obtenerse, bastará la mayoría simple en una nueva votación, 48 horas después de la anterior. Si fueran necesarias sucesivas propuestas, el procedimiento para la obtención de la confianza será el mismo.

Partiendo del supuesto más probable de que hoy ninguna fuerza política obtenga la mayoría absoluta de los 350 escaños del Congreso, fuentes de UCD cifraban en una cantidad oscilante entre 165 y 170 diputados el mínimo para que el partido gubernamental se atreviera a gobernar en solitario o con un acuerdo parlamentario con otro u otros grupos, renovable quizá mensualmente. En tales fuentes no se descartaba la coalición UCD-PSOE -sobre todo, cara al desarrollo de la Constitución, que exige mayoría absoluta, para la aprobación de las leyes orgánicas, estatutos de autonomías incluidos- y se registraba una notable falta de interés por coaligarse con CD.

Los socialistas, por su parte, sin perjuicio de su moral de victoria, entienden que sólo podrían gobernar en solitario con mayoría absoluta. Según las fuentes de la ejecutiva, consultadas por EL PAIS, no se descarta, si las cifras lo permiten, que el PSOE forme Gobierno con una parte de UCD, su sector más progresista. Esta posibilidad, que significaría la ruptura de UCD, cuenta con el obstáculo del documento firmado por los candidatos, obligándose a abandonar el escaño en caso de salir del partido. Las fuentes socialistas citadas señalaron que tal dificultad no existe, al menos desde un punto de vista jurídico, ya que se trata sólo de un «compromiso moral» del candidato.

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Fuentes de CD consideraron, por su parte, coalicionable a este grupo sólo a partir de los veinte escaños, si bien en UCD están seguros de que CD «se pondrá en la cola», sea cual sea su resultado electoral.

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