Elecciones 1979

Lavilla cambia el programa preparado por los técnicos de UCD

Landelino Lavilla, ministro de Justicia y candidato número uno de Unión de Centro Democrático (UCD) por Jaén, ha cambiado radicalmente el planteamiento de su campaña electoral y, sobre la marcha, ha conseguido imprimirle un carácter más directo.Los técnicos en publicidad, conocedores, tal vez, de la imagen adusta y poco simpática que traía desde Madrid el ministro, optaron por prepararle' una campaña de actos en locales cerrados, con poca capacidad de público, pero el señor Lavilla ha dado un vuelco a todos los planes y se ha dedicado a recorrer pueblos y calles y a tomar cervezas en los bares...

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Landelino Lavilla, ministro de Justicia y candidato número uno de Unión de Centro Democrático (UCD) por Jaén, ha cambiado radicalmente el planteamiento de su campaña electoral y, sobre la marcha, ha conseguido imprimirle un carácter más directo.Los técnicos en publicidad, conocedores, tal vez, de la imagen adusta y poco simpática que traía desde Madrid el ministro, optaron por prepararle' una campaña de actos en locales cerrados, con poca capacidad de público, pero el señor Lavilla ha dado un vuelco a todos los planes y se ha dedicado a recorrer pueblos y calles y a tomar cervezas en los bares de los pueblos por los que pasa. «Hasta ha empezado a caer bien y parece simpático», se comenta en medios cercanos a la UCD jiennense, algo preocupada, al principio, con la imagen del ministro enviado desde Madrid a empujar la candidatura, según ha recogido el corresponsal de EL PAIS, Antonio Garrido.

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Charla por los pueblos

El ministro de Justicia basa su estrategia electoral en charlas por todos los pueblos de la provincia, incluidos los más pequeños. Quien le ha seguido en estas rápidas visitas asegura que el señor Lavilla plantea siempre este dilema a quienes le escuchan: en estas elecciones hay que definirse entre el marxismo o el cristianismo. Machaconamente, repite una y otra vez que su partido está en contra del aborto y que defiende a la familia.En su deseo de mezclarse fisicamente con los posibles votantes, Landelino Lavilla entra en los bares -donde invita a todos los que estén en la barra-, visita empresas, interroga a los ancianos de -un asilo sobre sus problemas y se reúne con los olivareros. Según manifestó el propio señor Lavilla, trata de hacer méritos. Aunque su Ministerio dice- poco por estas tierras, en el sentido de que los jiennenses no saben muy bien qué pedirle de cara a la mejora de la provincia, Landelino Lavilla ya se ha comprometido a acelerar los trámites para el traslado de la prisión provincial, ubicada en pleno centro de la capital, a los alrededores de la ciudad.

El señor Lavilla no olvida ni un momento que en las elecciones del 15 de junio Jaén dio mayoritariamente su voto al PSOE y aunque en sus mítines no dramatice demasiado la situación ni intente levantar al público de sus asientos, si carga las tintas en la defensa del humanismo cristiano, representado, a su juicio, por UCD, y en los problemas específicos de la provincia.

Para ayudarle, su compañero de Gobierno Jaime Lamo de Espinosa, ministro de Agricultura, se desplazó a Alcaudete, donde pronunció un mitin ante cerca de un millar de olivareros. El señor Larno de Espinosa, consciente de que la problemática del olivo es uno de los puntos más importantes en la campaña de cualquier partido que se presente por Jaén, anunció que se eliminarán las importaciones de aceites foráneos y se arbitrarán medidas para evitar el arranque masivo de los olivos. El futuro del olivar -añadió- está en la entrada de España en la CEE.

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