EI Rayo entregó un punto al colista Huelva

El Rayo Vallecano dejó escapar un punto, decisivo quizá por la situación en que se encuentra, por deméritos propios. Defendió su escasa renta en la segunda parte y ello facilitó el juego ofensivo de un r¡val flojo y que es candidato al descenso. Pozo debutó en el equipo madrileño; desperdició una excelente ocasión para marcar y mostró una especial habilidad para colocarse siempre en fuera de juego.Unos comienzos realmente esperanzadores del Rayo hicieron presagiar, el domingo en Vallecas, una clara victoria local. Antes de cumplirse la medía hora de juego, un gol y dos oportunidades fallidas -...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Rayo Vallecano dejó escapar un punto, decisivo quizá por la situación en que se encuentra, por deméritos propios. Defendió su escasa renta en la segunda parte y ello facilitó el juego ofensivo de un r¡val flojo y que es candidato al descenso. Pozo debutó en el equipo madrileño; desperdició una excelente ocasión para marcar y mostró una especial habilidad para colocarse siempre en fuera de juego.Unos comienzos realmente esperanzadores del Rayo hicieron presagiar, el domingo en Vallecas, una clara victoria local. Antes de cumplirse la medía hora de juego, un gol y dos oportunidades fallidas -una clarísima de Landáburu y otra de Francisco- de'aron patente que sobre el campo sólo había un equipo que intentaba jugar al fútbol, el Rayo. El rival, mientras, se dedicaba a contener y a procurar mantenerse en pie sobre un terreno muy embarrado y al que sus jugadores no están precisamente acostumbrados.

El partido estaba encarrilado por los madrileños cuando se llegó al descanso. Sin llegar a jugar especialmente bien, se estaba consiguiendo el objetivo de sumar los dos puntos. Hierro había permanecido inactivo en la primera parte y era de esperar que en la segunda llegaría algún nuevo tanto a poco que el esquema táctico rayista se mantuviera como al principio, pese a que Clares no fuese nada más que un elemento pasivo del partido, un elemento negativo, al mostrarse en la punta de ataque incapaz de resolver o continuar una jugada.

Una acción afortunada del Huelva, en el minuto 49, en la que Uceda evitó el gol sobre la misma raya, tras un cabezazo de Rivero, asustó de tal manera al Rayo que faltó tiempo para que sus jugadores retrasaran posiciones y Eduardo González transformara el 4-3-3 en un conservador 4-4-2, con la entrada al campo de Fermín, que si bien puso fin a la mala actuación de Clares, dejó al equipo en una precaria situación de ataque, pues siempre faltó el apoyo necesario en los metros finales para culminar la jugada. Pozo tuvo que debutar en estas condiciones y evidenció una clara disposición para estar en posición de fuera de juego.

El Rayo, en esos momentos, era cuando más precisaba zanjar el encuentro, porque tras ceder el dominio en la zona ancha del campo, el Recreativo, sin lucidez pero con insistencia ante tales facilidades, había llevado ya el peligro a la meta de Hierro, que tuvo que hacer una gran parada a tiro de Lora y la fortuna se había aliado con él cuando Anero salvó bajo los palos un remate de Eulate y el larguero rechazó un parabólico disparo de Villazán. Al final, y cuando ya se habían rebasado los noventa minutos, llegó el empate, mediante un gol al que no cabe calificar como fuera de tiempo, ya que el colegiado, tanto en la primera parte como en la segunda, descontó lo justo, al parar el cronómetro cuando algunos jugadores fueron atendidos de golpes en el mismo terreno de juego. Empate, pues, legal y merecido.

Archivado En