Crítica:

El crepúsculo de los dioses,

obra maestra de Billy Wilder (1950). Amarga y pesimista reflexión sobre el mundo del cine y el ocaso de las estrellas que no se resignan a envejecer. Gillis (William Holden), un guionista sin trabajo, va a parar a la mansión de una antigua gloria del cine, Norma Desmond (en una extraordinaria interpretación de Gloria Swanson), que vive allí con su mayordomo Max (Enrich von Stroheim), antiguo director de cine y admirador de la estrella. Gillis se convierte en el protegido de la estrella. Norma lo mata antes de que la abandone por una muchacha (Nancy Olson)....

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obra maestra de Billy Wilder (1950). Amarga y pesimista reflexión sobre el mundo del cine y el ocaso de las estrellas que no se resignan a envejecer. Gillis (William Holden), un guionista sin trabajo, va a parar a la mansión de una antigua gloria del cine, Norma Desmond (en una extraordinaria interpretación de Gloria Swanson), que vive allí con su mayordomo Max (Enrich von Stroheim), antiguo director de cine y admirador de la estrella. Gillis se convierte en el protegido de la estrella. Norma lo mata antes de que la abandone por una muchacha (Nancy Olson).