Ligero alivio para el Rayo

Los jugadores rayistas, cuando el árbitro decretó el final del encuentro, respiraron tranquilos. Su triunfo por la mínima ante el Athlétic de Bilbao supone un ligero alivio en la clasificación. El Rayo jugó el domingo con coraje y fuerza, y, además, tuvo suerte. Por eso le sonrió el triunfo. Los bilbaínos no supieron adaptarse perfectamente al terreno de juego y fallaron sus delanteros, con la excepción de Dani.El encuentro tenía caracteres de decisivo para uno, y otro equipo. El Rayo no podía perder, porque ello suponía ahogarse aún más en la cola de la clasificación. El Athlétic tenía que co...

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Los jugadores rayistas, cuando el árbitro decretó el final del encuentro, respiraron tranquilos. Su triunfo por la mínima ante el Athlétic de Bilbao supone un ligero alivio en la clasificación. El Rayo jugó el domingo con coraje y fuerza, y, además, tuvo suerte. Por eso le sonrió el triunfo. Los bilbaínos no supieron adaptarse perfectamente al terreno de juego y fallaron sus delanteros, con la excepción de Dani.El encuentro tenía caracteres de decisivo para uno, y otro equipo. El Rayo no podía perder, porque ello suponía ahogarse aún más en la cola de la clasificación. El Athlétic tenía que conseguir algo positivo si deseaba continuar con aspíraciones para los primeros puestos.

El partido fue igualado durante la primera parte. Las ocasiones de peligro, se repartieron equitativamente en las dos porterías. Mientras los delanteros bilbaínos fallaban sus oportunidades, Iríbar frustraba las ilusiones rayistas con paradas de excelente mérito. El Rayo mejoró su actuación con respecto a encuentros anteriores.

El Athlétic de Bilbao tuvo oportunidad de resolver el partido a su favor en el último cuarto de hora del primer tiempo, cuando se lesionó Tanco. Irureta quedó, entonces, libre de marcaje y protagonizó un par de jugadas de auténtico peligro, una de las cuales finalizó con el balón en el larguero, para caer mansamente, después, en las manos de Hierro. Pero Irureta se marchó ligeramente lesionado a la caseta y fue sustituido en el segundo tiempo por un Churruca que no supo hacer otra cosa que trotar sin sentido alguno.

El Rayo intensificó su dominio durante la segunda parte. Los bilbaínos pusieron de manifiesto su conformismo con el empate que entonces imperaba en el marcador. Y llegó el gol del triunfo. Cuando el Athlétic intengó igualar el encuentro, ya no pudo. Landáburu se encontró rígidamente marcado por Villar, pero apenas se notó en el juego rayista. Faltó la dirección de Landáburu, pero en esta ocasión respondieron sus compañeros.

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