El Consejo del País Valenciano impugna la adjudicación de la plaza

El Consejo del País Valenciano ha presentado recurso de alzada contra la adjudicación de la plaza de toros de Valencia, por parte de la Diputación Provincial, a la empresa Camará-Pedrés. Se basa el Consejo en que es improcedente que adjudique por un período de seis años la plaza, una corporación que está próxima a césar.Esto último es cierto, pero, mientras dure, la Diputación ha de cumplir con sus obligaciones y, entre ellas, está convocar concurso-subasta para el arrendamiento de la plaza, pues el contrato con la empresa que la explotaba había concluido. Si, por el argumento de que está próx...

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El Consejo del País Valenciano ha presentado recurso de alzada contra la adjudicación de la plaza de toros de Valencia, por parte de la Diputación Provincial, a la empresa Camará-Pedrés. Se basa el Consejo en que es improcedente que adjudique por un período de seis años la plaza, una corporación que está próxima a césar.Esto último es cierto, pero, mientras dure, la Diputación ha de cumplir con sus obligaciones y, entre ellas, está convocar concurso-subasta para el arrendamiento de la plaza, pues el contrato con la empresa que la explotaba había concluido. Si, por el argumento de que está próxima a cesar, la Diputación valenciana hubiera prorrogado el contrato a Nueva Plaza de Madrid, SA, el Consejo podría, con mayor motivo, impugnar el acto y pedir explicaciones a la corporación por tomarse unas atribuciones que no tiene. Muchos aficionados valencianos, a su vez, habrían puesto el grito en el cielo, pues ellos también tenían impugnada a esta empresa, aunque sólo fuera in pectore.

Por lo demás, el Consejo del País Valenciano no dice qué debe hacerse en lugar de la subasta: ¿Convocarla con una base de licitación más baja? ¿O más alta? ¿No hacer subasta? ¿Hacerla, pero añadiendo otras condiciones que no figuraron en el pliego? En cualquier caso, debió, en su día -es decir, antes de que la Diputación hiciera pública la convocatoria-, aclarar la cuestión. Ahora quizá ya sea tarde. La empresa adjudicataria -Camará-Pedrés- ha desembolsado una millonada y tiene el compromiso de montar la feria fallera, que está ya en puertas.

La Administración local

El fondo de la cuestión no se encuentra, en el Consejo del País Valenciano, como tampoco en la Diputación Provincial de Madrid (aunque de ésta debió salir un pliego de condiciones para la subasta de Las Ventas, más favorable para la afición y para la fiesta), sino en la Administración local, que debe regular con urgenciaesta cuestión de las subastas para que las intenciones de ingresar mál; dinero por parte de las dipútaciones y ayuntamientos no surtan efectos -negativos para el propio espectáculo taurino.Las subastas de las plazas encarecen el espectáculo y propician las situaciones de monopolio, mientras que en nada benefician a losprincipales protagonistas de la fiesta: ganaderos, toreros y público.

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