Dimite el presidente del comité del PSOE en Sevilla

José Rodríguez Diéguez, presidente del comité provincial de Sevilla del Partido Socialista Obrero Español, ha presentado la dimisión irrevocable de su cargo en protesta por la que considera antidemocrática actuación del grupo de tres o cuatro dirigentes a quienes apoya el secretario regional del partido, según pudo saber EL PAIS en fuentes del propio comité. Procedente del anarco-sindicalismo, José Rodríguez ingresó en el PSOE en 1947 y su elección como presidente provincial tuvo lugar en octubre de 1977.

La dimisión, cuyas motivaciones son semejantes a las argumentadas por el anter...

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José Rodríguez Diéguez, presidente del comité provincial de Sevilla del Partido Socialista Obrero Español, ha presentado la dimisión irrevocable de su cargo en protesta por la que considera antidemocrática actuación del grupo de tres o cuatro dirigentes a quienes apoya el secretario regional del partido, según pudo saber EL PAIS en fuentes del propio comité. Procedente del anarco-sindicalismo, José Rodríguez ingresó en el PSOE en 1947 y su elección como presidente provincial tuvo lugar en octubre de 1977.

La dimisión, cuyas motivaciones son semejantes a las argumentadas por el anterior secretario de propaganda, Antonio Guerra (véase EL PAIS, 29 de diciembre), viene a añadir un nuevo elemento conflictivo, dada la personalidad y el prestigio del ahora dimitido entre la base socialista, a la situación interna del PSOE sevillano y subraya la gran importancia que puede tener el congreso provincial del partido, a celebrar el próximo día 14.

Se sabe, a este respecto, que continúan los contactos y preparativos de diversos sectores socialistas para elegir, con ocasión de dicho congreso, un comité sustancialmente diferente al actual, al menos en algunos de sus puestos clave: organización, relaciones políticas y acción municipal. En todo caso, las fuentes informantes insisten en que no se trata de ninguna batalla ideológica ni lucha de tendencias, sino del enfrentamiento entre dos concepciones sobre la democracia interna y el funcionamiento del partido.

Se plantea, no obstante, el problema de la oportunidad política de un debate de este tipo en un momento en que la organización debe volcarse en la inmediata campaña electoral. Mientras algunos oponentes a los actuales «hombres fuertes» del comité consideran que deben posponerse estas diferencias para mejor ocasión, la mayoría parece dispuesta al enfrentamiento abierto, por considerar que la situación no admite espera.

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