No tuvo ambición el Atlético de Madrid en El Sardinero

El Atlético consiguió un punto en el Sardinero pero fue poco. Dominó a placer en los primeros minutos y luego cedió la iniciativa al Rácing, equipo ingenuo que empatóde un penalti que no existió. El intentar jugar al contraataque le resto un punto al conjunto madrileño, pues no pudo así mostrar su superioridad ante un rival que exhibió gran pobreza de juego.Comenzó el encuentro con un claro dominio del Atlético. Jugó con un solo punta Rubén Cano, dos medias puntas. Ayala y Marcial, lo que dio a los madrileños la hegemonía del centro del campo. La acumulación de tantos rojiblancos en la zona an...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Atlético consiguió un punto en el Sardinero pero fue poco. Dominó a placer en los primeros minutos y luego cedió la iniciativa al Rácing, equipo ingenuo que empatóde un penalti que no existió. El intentar jugar al contraataque le resto un punto al conjunto madrileño, pues no pudo así mostrar su superioridad ante un rival que exhibió gran pobreza de juego.Comenzó el encuentro con un claro dominio del Atlético. Jugó con un solo punta Rubén Cano, dos medias puntas. Ayala y Marcial, lo que dio a los madrileños la hegemonía del centro del campo. La acumulación de tantos rojiblancos en la zona ancha desmanteló al Racing. que ofreció muchas lagunas en el marcaje. A los seis y tras un fallo defensivo garrafal. Ruben Cano tuvo en sus botas la oportunidad de marcar: el balón le llegó franco, dribló a Damas y cuando se disponía a marcar a puerta vacía, resbaló.

Hasta los quince minutos de juego la superioridad del Atlético fue inapelable. Tiró cuatro veces a puerta. por ninguna del Rácing que a base de correr fue fue tapando huecos en el centro del campo, aunque persistió su incapacidad de crear oportunidades de gol. El Rácing, con un equipo joven, hizo pocas cosas buenas. Faltó una acertada dirección del juego, pese a contar con Rojo, siendo el impulsivo Macizo el único capaz de adelantar el juego hasta el área contraria. Al Atlético le faltó perseverancia. pues después de quince minutos buenos dejó de marcar el ritmo del partido, a pesar de ser superior. El encuentro en el primer tiempo fue anodino traducido en un toma y daca entre un mal equipo, el Rácing, otro mejor, pero que no quiso arriesgar lo más mínimo. La diferencia abismal de clase entre uno y otro, no obstante, proporcionó un gol de ventaja al Atlético ya al filo del descanso.

La segunda parte se estiró el Rácing con Marcos en el centro del campo y Geñupi como líbero, al pasar Quique en punta en sustitución de Chinchón. Los montañeses dejaron de jugar en corto, adelantaron susu laterales. Dominaron el centro del campo, pero dejaron espacios libres para el contraataque atlético, del que salió un disparo de Leal a los 52 minutos que se fue a encontrar el pie de Damas.

El Atlético, encerrado atrás, no quiso sorpresas y saco a Arteche para cubriri a Quique, jugador de gran movilidad y que del que se situó de delantero centro junto con Jiménez. Marcado Quique, las acciones ofensivas del Rácing no encontraron rematador que en todo momento intentó siete veces el disparo a puerta. El equipo cántabro, después de marcar de penalti, derrochó ganas pero no puso en aprietos a la zaga rival. El Atlético, pese a, tener a Rubio en una posición más adelantada que Marcial, continuó jugando al aire marcado por el Santander y dejó pasar una magnífica ocasión de conseguir los dos puntos.

El Atlético de Madrid, pues, vuelve a tener otro punto positivo en su trasiego de ganarlos (su victoria en Vallecas ante el Rayo) y perderlos (dos empates en casa. frente a la Real Sociedad y el Sevilla). Se mantiene octavo de la Liga. con nueve puntos como el Valencia (a quien recibe el próximo domingo), el mismo Sevilla y el Gijón, todos también con un positivo en su haber. El que peor queda, desde luego, es el Rácing, con cuatro negativos ya y último de la liga, empatado a cuatro puntos con el Celta. Ambos están a dos de Zaragoza, Rayo y Hércules, que tienen seis.

Archivado En