Definitiva reunificación del trotskismo español

Mañana se abrirá en el hotel Convención de Madrid el quinto congreso de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), en el que quedará sancionada su reunificación orgánica con la Liga Comunista. Las dos organizaciones trotskistas estuvieron escindidas durante varios años. En este congreso los debates más importantes versarán sobre la estrategia cara a los pactos económicos y sobre el análisis político de la transición y la etapa actual.En cuanto a los pactos económicos, la LCR piensa que los acuerdos de la Moncloa han producido dos consecuencias opuestas: una pérdida objetiva para la clase obrera y...

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Mañana se abrirá en el hotel Convención de Madrid el quinto congreso de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), en el que quedará sancionada su reunificación orgánica con la Liga Comunista. Las dos organizaciones trotskistas estuvieron escindidas durante varios años. En este congreso los debates más importantes versarán sobre la estrategia cara a los pactos económicos y sobre el análisis político de la transición y la etapa actual.En cuanto a los pactos económicos, la LCR piensa que los acuerdos de la Moncloa han producido dos consecuencias opuestas: una pérdida objetiva para la clase obrera y una ganancia en su fuerza reivindicativa. Sobre esto último, fuentes autorizadas de la LCR afirman que las bases de UGT y CCOO -entre las que la LCR reparte su militancia sindical- están haciendo en la actualidad una fuerte presión sobre sus direcciones en relación con los futuros pactos. Para el partido trotskista, los futuros pactos deberían ser a un año, con tres interlocutores -centrales, patronal y Gobierno-, y en lugar de pacto social se trataría de un convenio-marco que garantizase unos mínimos: 25.000 pesetas de salario, cuarenta horas máximo de jornada semanal y que en cualquier caso no descienda el poder adquisitivo de los trabajadores. Este marco mínimo sería después renegociado en cada sector.

En el aspecto político, la LCR mantiene su tesis de la necesidad de un Gobierno de coalición PSOE-PCE, aunque el partido está dividido en diferentes posiciones en el análisis de la situación. Estas diferentes posturas se agrupan en tres tendencias de base -la LCR es el único partido que admite las tendencias organizadas, aunque recomienda su disolución fuera de época de congreso- y dos agrupamíentos en la dirección.

La tendencia mayoritaria de la base opina que España vive hoy en una democracia burguesa limitada, mientras una segunda cree que se está aún en la última fase de la dictadura, y la tercera mantiene una posición intermedía. Por su parte, el grupo mayoritario de la dirección coincide en la situación de democracia limitada, por lo que el principal objetivo sería reforzar el movimiento sindical y de masas, así como la unidad de clase, y el grupo minoritario sostiene que aún quedan tareas de la etapa anterior, que pueden ser más importantes que los temas de hoy.

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